El PSOE de Ceuta ya ha puesto en marcha su maquinaria pensando en las
elecciones generales del próximo 23 de julio tras la decepción del pasado domingo en las municipales, en las que los de Juan Gutiérrez se quedaron como primer grupo de la
oposición en el Pleno, pero lejos del
PP y con 1.500
votos menos que hace cuatro años. Los socialistas se reunirán en asamblea el próximo martes para confeccionar una propuesta de candidatura al Congreso y al Senado con la voluntad de revalidar su victoria de abril de 2019, cuando se hicieron con los tres escaños de la circunscripción en las Cortes Generales con el apoyo de las formaciones localistas a Pepe Simón, Blanca Gómez y Adil Mohamed. Fuentes de Daoiz han explicado que para ser candidatos del PSOE es necesario tener la condición de afiliado o haberse adherido a los principios socialistas. Los nombres que salgan de esa asamblea deberán ser ratificados posteriormente por el Comité Regional del partido en Ceuta y, finalmente, en Ferraz, donde el Comité Federal ratificará el sábado 10 de junio todas las candidaturas de los de Sánchez. Los elegidos deberán firmar su adhesión al Código Ético del PSOE y presentar ante la Comisión Federal de Ética y Garantías o ante la correspondiente Comisión de Ética Regional, de Nacionalidad o Autonómica, su declaración de bienes y actividades, con carácter previo a la aprobación definitiva de la candidatura.
Con el MDyC involucrado en el proyecto de Sumar de Yolanda Díaz, el PSOE prevé entablar contactos al menos
con Ceuta Ya! para intentar llegar a algún tipo de acuerdo con vistas al proceso abierto de forma exprés con el adelanto de diciembre a julio de las elecciones generales.
Investidura inviable
En el ámbito local, en el PSOE están por renunciar a la presentación de candidatura a la Presidencia de la Ciudad, como ya hicieron en 2019, habida cuenta de que tanto la Ley Orgánica del Régimen Electoral General como el Estatuto de Autonomía establecen que sin una mayoría alternativa absoluta (inalcanzable
sin Vox) será investido automáticamente como nuevo alcalde-presidente el cabeza de lista de la candidatura más votada, que fue Vivas al frente de la del PP. Los socialistas no se postularon tampoco hace cuatro años a la
Presidencia de la Ciudad. Entonces era igualmente imposible alcanzarla sin el respaldo, aunque fuese desde las antípodas ideológicas, de la ultraderecha.