Proyectos para guardar en el cajón
Tras el anuncio realizado por parte del Gobierno de encargar un concurso de ideas para reformar el mercado central, habría que preguntarse qué ha sucedido con un encargo que se hizo hace un par de años, aproximadamente, al arquitecto urbanista, Luciano Alcalá, que incluso su contratación llegó a plantearse en un pleno de la Asamblea al considerar Caballas que había sido un ‘dedazo’.
El consejero de Fomento, Néstor García, manifestó que el arquitecto elegido es el idóneo para diseñar la puesta en valor de parte del Foso de la Almina sin demoler el inmueble anexo.
Arquitectos
El miembro del Ejecutivo local negó en pleno que los arquitectos de la Administración local estén sin trabajo encomendado, como había asegurado Nayad Mohamed, y defendió que Alcalá tenía los conocimientos, la experiencia y la compañía (tiene como compañero de despacho a un ingeniero de Caminos, según se ha subrayado) necesario para ejecutar el encargo "con la especialización y en el tiempo solicitado, dos meses".
Además, García hizo hincapié en que es perfectamente "legal" no haber sacado a concurso el contrato, que supera los 17.000 euros de presupuesto, porque tanto en la Ley de Contratos Públicos como en las Bases de Ejecución del Presupuesto de este año de la Ciudad se contemplan "excepciones" para saltarse la obligación de licitar todo gasto superior a 500 euros.
Antes del concurso de ideas se deben hacer los estudios topográfico y patológico
Porque Luciano Alcalá entregó su proyecto a la Ciudad Autónoma y en el mismo recomendaba que la demolición era muy cara, apostando claramente por la reforma del edificio.
Esa fue la opción escogida y, desde luego, resulta que ahora mismo se está haciendo un estudio topográfico y con posterioridad se hará el estudio patológico.
Hasta que no esté terminado todo, no se convocará ese concurso de ideas. Una ideas que han sido impulsadas, de manera principal, por el actual arquitecto municipal, Javier Arnáiz.