Los casos de coronavirus siguen incrementándose en Ceuta y esto hace que desde la Ciudad se tomen medidas restrictivas hacia la ciudadanía para intentar poner freno a un virus que parece imparable. En esta ocasión, este viernes,
se ha dado oficialidad al decreto que prohíbe, desde las 20:00 hasta las 7:00 horas, el tránsito motorizado en pistas forestales y caminos así como la estancia en los distintos miradores y merenderos. A las 20:00 horas, los distintos dispositivos de
Protección Civil acompañados por la
Guardia Civil han empezado a precintar las zonas de acceso a
García Aldave y
Monte Hacho y a pedirle a las personas que estaban que abandonaran el lugar. Además, los operativos estaban tanto en la parte de Benzú como de San Amaro, para prohibir a las personas que accedieran al lugar. Esta medida se toma después de que se haya denunciado, por activa y por pasiva, que en los miradores cada fin de semana se producían botellones y aglomeraciones de jóvenes sin mantener la distancia de seguridad y sin hacer uso de las mascarillas. Medidas que desde las autoridades sanitarias se llevan exigiendo desde casi el principio de la pandemia y que
son de obligado cumplimiento.
En los primeros días de este nuevo decreto,
la Policía Local solo informará a los ciudadanos de que tienen abandonar estos lugares y les explicarán los motivos. Una vez pasado esos días, pasarán la información a los agentes que podrán sancionar a las personas que hacen caso omiso de estas restricciones. Se marca como régimen sancionador aplicable a la infracción de las prohibiciones contenidas en esta Resolución en la Ley 43/2003, de 21 de noviembre de Montes, por lo que se sancionará con multas que pueden oscilar entre 100 y 1.000 euros, siempre y cuando no se produzcan daños al entorno, en cuyo caso, la cuantía de la sanción será proporcional al daño provocado (hasta 100.000 euros e incluso un millón de euros si la infracción se tipifica como muy grave y ocasiona un daño irreparable). Asimismo, según ha explicado la Consejería de Servicios Urbanos y Medio Ambiente se ha detectado un incremento en los desplazamientos de vehículos al entorno forestal, lo que supone un aumento del riesgo de incendio forestal, así como una gran cantidad de basura en la zona, lo que dejaba en clara evidencia que muchos ciudadanos eran asiduos a estos lugares. En el decreto se marca como excepción a aquellas personas que transiten por estas zonas con motivo de trabajo o residencia, o a cualquier ciudadano con autorización emitida a tal efecto por la Consejería de Medio Ambiente y Servicios Urbanos. En estas zonas suele haber muchas viviendas, como es el caso del Pueblo San Antonio.