Una formación política puede tener como objetivo generar crispación y, si de paso miente, pues eso que se lleva. Las hay en cambio que centran sus labores en prosperar, en intentar conseguir acuerdos, en quitar piedras del camino para que, en definitiva, haya menos tensión en una Ceuta que lo que menos necesita es que venga alguien a menear el avispero.
A colación del debate sobre el calendario laboral para 2022, cuya aprobación irá a Pleno este viernes, se ha conseguido lo que parecía imposible: la cuadratura del círculo, logrando una fórmula para situar festivos que vengan a representar la Ceuta actual, la sociedad que existe y que muchos siguen rechazando o, peor aún, siguen gozándola causando enfrentamientos. Se logrará el reconocimiento como festivo de las dos grandes celebraciones para la comunidad musulmana: el final de Ramadán y la Pascua del Sacrificio y se seguirán respetando fechas que todos consideran inamovibles. No. Es mentira que se haya quitado el festivo de la Navidad. También es falso que se haya hecho lo mismo con el Día de la Autonomía. No solo es falso sino que afirmar esa mentira no busca más que generar enfrentamientos entre la población y manipular a quien se deje hacerlo. Manipular a base de explotar el mismo discurso de siempre: que si la invasión, que si la marroquinización, que si el Gobierno se ha vendido, que si traición... Debería darle vergüenza a Vox hacer este tipo de campañas, debería darle vergüenza porque sencillamente están faltando a la verdad y lo están haciendo buscando enfrentamientos sociales.
Aquí no hay ninguna vergüenza histórica, ni Vivas y su gobierno han consumado la traición ni están vendiendo Ceuta. Quienes comparecen en una rueda de prensa para decir que se les insulta, se mofan de ellos, se les hace una campaña en contra... deberían analizar el ridículo que cometen con este tipo de actos. Todos los cristianos celebrarán su Navidad, que en ese 2022 caerá en domingo. Circunstancia que se aprovechará para hacer cálculos en la ordenación de los festivos sin usar el pase al lunes, para que se pueda dar cabida a otra festividad no reconocida como la del final de Ramadán, crucial para los musulmanes que representan la mitad de los españoles de esta tierra.
Quienes tanto aluden a la memoria histórica cuando gustan, no hablan de cómo respaldaron al PP para dar el visto bueno a otras propuestas de calendario laboral que también incluían fiestas como la del Sacrificio, sin que en cambio usaran términos como marroquinización o traición por aquel entonces.
La coherencia no es un argumento válido en el breve recorrido político de Vox. Ni la coherencia ni, ahora lo están demostrando, el respeto a la realidad social de una tierra que es de todos, no de unos pocos.