La Ciudad Autónoma de Ceuta ha establecido como prioridad el desarrollo y la ampliación de las competencias digitales, con el objetivo de reducir la brecha digital existente y promover una mayor igualdad de oportunidades.
Este esfuerzo se enfoca particularmente en la reducción de la brecha de género digital, un desafío significativo que afecta a varios colectivos, especialmente a las mujeres. En este contexto, se propone la contratación de un servicio especializado para la implementación de programas formativos que abarcarán desde la firma del contrato hasta el 31 de diciembre de 2025.
El presupuesto destinado a este proyecto es cercano a los 200.000 euros, una inversión que busca garantizar el acceso de la ciudadanía a una formación digital de calidad. El plan de formación tiene como objetivo alcanzar a un mínimo de 855 ciudadanos, quienes recibirán al menos 7,5 horas de formación digital.
Este tiempo se distribuirá según un catálogo formativo detallado que deberá ser entregado al momento de la formalización del contrato. El contenido del curso, su estructura y las metodologías empleadas deberán ajustarse a las necesidades reales de la población destinataria.
El propósito de esta iniciativa formativa es abordar las desigualdades existentes en el acceso a las tecnologías digitales y reducir los desequilibrios detectados, a fin de lograr una mayor cohesión social y territorial.
Se busca no solo ofrecer oportunidades de capacitación a los ciudadanos, sino también contribuir a la creación de un entorno más inclusivo, donde todos los individuos, sin importar su edad, género, nivel educativo o situación económica, puedan acceder a los beneficios de la tecnología. La resolución de estos problemas contribuirá a una mayor igualdad de oportunidades digitales, lo que a su vez fomentará el crecimiento económico sostenible y mejorará la calidad de vida de los participantes.
Para garantizar la eficacia de este proyecto, los programas formativos abarcarán una serie de temas clave, incluyendo competencias digitales básicas, el uso de herramientas de e-administración, el acceso a servicios de salud en línea, el uso de servicios bancarios digitales, la seguridad en línea, la gestión de la información y el acceso a recursos educativos.
Estas formaciones serán tanto presenciales como virtuales, y estarán diseñadas para ser flexibles y adaptadas a los distintos niveles de conocimiento de los participantes. Además, se ofrecerán diferentes modalidades para garantizar la inclusión de aquellos colectivos que enfrentan mayores barreras tecnológicas.
Los participantes
En cuanto a la evaluación, los participantes deberán completar un proceso de acreditación que certifique la adquisición de las competencias digitales necesarias. Esta certificación incluirá detalles sobre la duración de la formación, el contenido abordado y los resultados obtenidos, asegurando así que los ciudadanos que completen el curso cuenten con un documento oficial que valide su aprendizaje.
La evaluación será objetiva y transparente, y se basará en criterios claros que permitan medir el progreso de cada individuo en la adquisición de sus competencias digitales.
La financiación de este proyecto proviene del marco de la inversión “Competencias digitales transversales” del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y pondrá especial énfasis en aquellos colectivos que enfrentan mayores dificultades para acceder a la tecnología, como las personas mayores, aquellas con niveles de renta bajos y quienes tienen un nivel educativo limitado.
El diseño de los programas formativos debe ser inclusivo y estar orientado a reducir las barreras que afectan a estos grupos, proporcionándoles las herramientas necesarias para superar las desventajas tecnológicas que enfrentan.
Además, se prevé que el adjudicatario del contrato disponga de los recursos necesarios para asegurar una implementación exitosa. Entre los recursos incluidos se encuentran 15 ordenadores portátiles, un kit de implantación de realidad virtual compuesto por cuatro gafas, 15 ratones y 15 tablets, lo que permitirá a los formadores contar con las herramientas tecnológicas adecuadas para ofrecer una formación de calidad.
La clave
¿Cómo se realiza el curso?
La estructura del curso debe permitir a los ciudadanos aprender a su propio ritmo, con la posibilidad de recibir apoyo adicional si fuera necesario. El enfoque debe ser didáctico y centrado en la práctica, promoviendo la adquisición de habilidades que los participantes puedan utilizar en su vida diaria. Además, se debe incorporar una metodología innovadora, que combine el uso de herramientas digitales con métodos de enseñanza interactivos y dinámicos.
La formación será impartida principalmente de manera presencial, aunque se podrá recurrir a modalidades online cuando sea necesario, de acuerdo con las preferencias y necesidades de los participantes.
Los contenidos formativos tendrán un carácter local y cercano, adaptándose a las realidades diarias de los ciudadanos, lo que permitirá que los participantes vean la aplicación directa de lo aprendido en su vida cotidiana. Entre los temas específicos que se abordarán se encuentran el uso de la e-administración para realizar trámites, el acceso a servicios de salud online, la realización de transacciones bancarias de manera segura, la búsqueda y el uso de información en línea, así como los aspectos relacionados con la protección de la privacidad y la seguridad en internet.