El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha enviado a prisión a un presunto yihadista detenido el martes en Ceuta y que en un juicio, en el que quedó absuelto, aseguró que en su detención participaron los protagonistas de la serie El Príncipe: los actores José Coronado, que hacía de policía, e Hiba Abouk.
Pedraz, tras tomar declaración al apodado como Kake, ha acordado su ingreso en prisión preventiva, a petición de la Fiscalía, por delitos de integración en organización terrorista y amenazas terroristas, han informado a Efe fuentes jurídicas.
El presunto yihadista, Farid Mohamed Al Lal, de 44 años, es un conocido integrista y referente del radicalismo en la ciudad autónoma y ha sido detenido en varias ocasiones por su historial violento, según informó la Policía a raíz de este último arresto. Este mismo martes fue trasladado en helicóptero de Ceuta a la Península.
Farid ingresó en prisión en 2001 por otros delitos y se radicalizó al entrar en contacto con internos afines al ideario islamista radical.
En 2015 fue de nuevo detenido junto a otras cinco personas, entre ellos dos de sus hermanos, acusados de formar una célula yihadista en el barrio ceutí de El Príncipe.
Dos años después, en enero de 2017, todos ellos fueron absueltos al no haber hallado el tribunal de la Audiencia Nacional que les juzgó prueba de cargo suficiente para condenarles.
En el juicio a esta célula, en el que Farid, como presunto líder, se enfrentaba a la mayor pena (12 años y medio de cárcel) por integración en el Daesh, aseguró que en su detención estuvieron presentes José Coronado y la actriz Hiba Abouk, y que el primero le dio dos puñetazos y la segunda se hizo pasar por secretaria judicial.
Negó que él y los otros cinco acusados fueran terroristas y se preguntó cómo iba a ser yihadista si ve porno; y acto seguido se confesó simpatizante del Daesh y justificó los atentados del 11S y las acciones del Estado Islámico como un derecho de defensa ante invasores y en Siria frente al "tirano Bashar Al Asad".
En su última detención en 2017 por tentativa de homicidio se le encontró un dispositivo con cientos de vídeos sobre la yihad violenta y cánticos yihadistas, un material que le servía para su adoctrinamiento y para compartirlo con terceros como herramienta al servicio del aparato propagandístico del Daesh.
Durante sus periodos de encarcelamiento se aprovechaba de los presos sin recursos económicos, a los que ofrecía dinero si se dejaban barba, leían el Corán y cumplían sus órdenes.
Tras quedar en libertad y regresar a Ceuta, continuó con sus labores de adoctrinamiento, captación y entrenamiento para el combate tanto para él como para otras personas, en su mayoría jóvenes, para enviarlos a luchar con el Daesh.
También reproducía a gran volumen en su casa y en su vehículo cánticos llamando a la yihad y amenazaba a las personas por su orientación sexual y a las mujeres a las que no consideraba debidamente tapadas.
Con un amplio historial de violencia, era capaz de acceder rápidamente a armas de fuego que no dudaba en utilizar, según relató la Policía.
En marzo de 2006 tiroteó a dos agentes de la Policía Nacional en las proximidades de la barriada de El Príncipe y en 2017 disparó a un vecino al que acusó de colaborar con las fuerzas de seguridad.
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