Los pubs del Poblado Marinero recibieron luz verde para poder abrir sus puertas y los primeros lo hicieron durante la noche de este viernes en Ceuta. De la variedad de locales, únicamente abrieron dos sus puertas: la Sala Bloom y la Sala Velvet. Los demás se esperan al viernes que viene porque les pilló desprevenidos el decreto. Sin embargo, ubicado en la Plaza Teniente Ruiz, el pub Tokio también recibió a sus clientes más asiduos que llegaron tranquilos porque estaba todo el mobiliario separado, sin pista de baile y con el gel hidroalcohólico por varios puntos del local.
Juan Fajardo, cliente del pub Tokio, se siente seguro en la mesa con sus amigos “mientras se mantenga la distancia de seguridad”, explica a FaroTV Ceuta. Carmen Mérida, la encargada, cuenta las medidas de higiene que han impuesto en el local y las ganas que tenía de volver a la rutina, aunque no ha podido volver a trabajar la plantilla al completo: “En la entrada hemos habilitado un espacio con geles y nosotros los trabajadores vamos con la mascarilla. También tenemos otros productos para limpiar por donde pasen los clientes, a la hora de colocar las mesas las colocamos respetando la distancia pertinente. Y, a la hora de bailar, no se puede usar la pista”.
Durante el primer día de apertura de los dos pubs del Poblado los propietarios están bien concienciados y han extremado las medidas de seguridad. Priorizan la distancia de seguridad interpersonal, los productos desinfectantes, toman la temperatura de todas las personas que accedan al interior y, como novedad y propuesta de los propietarios de locales, tienen una lista de sus clientes. En ella anotan los datos personales de los que entran en el pub por si hubiera un rebrote en Ceuta para así facilitar el seguimiento por parte de Sanidad.
¿Con qué expectativas comenzaron los propietarios de la Sala Velvet su primera noche de trabajo después de casi cuatro meses de parón?
Abel Molina, socio de la Sala Velvet, y David González Benito junto a Nicolás Molina, propietarios, cuentan que están “asustados” por la apertura. Pero “controlamos todo antes de que entren los primeros clientes ya que la aceptación ha sido muy buena” porque tuvieron todo el local reservado. Los tres, desde el comienzo de la noche, deseaban que fuera una “noche tranquila y respetuosa”.
La Sala Velvet tampoco ha comenzado a trabajar la plantilla completa, “poco a poco los iremos sacando del ERTE”, dice uno de los propietarios. Los socios del local están deseando que todo vaya sobre ruedas y en poquito tiempo estén trabajando sus empleados “para por fin darles una alegría”.
Y, cómo es su labor para conseguir que los clientes respeten las normas. Aunque esté permitido el consumo en la barra, ellos han decidido trabajar sin ella. Tampoco con pista de baile: su espacio lo han aprovechado para poner mesas y sillas. Estas medidas tienen el objetivo de “evitar aglomeraciones y así conseguir la distancia social en todo momento de la noche”.
La Sala Velvet está “dividida por sectores”, han reorganizado el interior del local, la entrada se hace por una puerta y la salida es por la “puerta trasera para que los clientes no se choquen”. También han separado la sala de fumadores.
Los clientes agradecen la apertura. Estaban deseando volver a salir con sus amigos y disfrutar del fin de semana ceutí. Ahora con más precaución y moderación para evitar cualquier posible contagio por COVID-19.
Adrián Santisteban, cliente, opina que “está bien que hayan abierto porque así comienzan a moverse para trabajar, comienzan a hacer dinero y así reactivamos la economía”. Santisteban agradece “tener más sitios donde ir para tomar algo”.
Nati Burgos, desde el interior del local, cuenta que llegaron de “las primeras” y que desde que entró a la sala junto a su amiga les explicaron las “medidas de higiene y estamos súper contentas”. Desde la terraza, Alba Torres, piensa que “ya era hora que abrieran los locales del Poblado Marinero. Así podemos venir a disfrutar con amigos y familia”.
Debido a la pandemia muchos recién graduados no pudieron finalizar sus estudios por todo lo alto, así que en la primera noche de Poblado los alumnos de cuarto de Enfermería vieron la oportunidad perfecta para improvisar su graduación.
El otro pub que se aventuró a abrir en el Poblado Marinero fue la Sala Bloom. La propietaria está contentísima de volver a ver su local lleno, aunque en diferentes condiciones, pero ha abierto con todas las mesas reservadas. Las medidas de seguridad y precaución frente al coronavirus las respeta y las hace cumplir a sus clientes. Sana Douchaouan, propietaria de la Sala Bloom, asegura que la apertura del local “ha tenido una aceptación muy buena. Prácticamente se ha llenado con reservas y, si alguien sin reserva quiere entrar, no puede. Sólo si se va un reservado”. La propietaria está muy de acuerdo con las medidas impuestas desde Sanidad porque lo que prima es “la salud”.
El pub está completamente desinfectado, obligan a los clientes a desinfectarse las manos al entrar, la alfombra de la puerta está “llena de Sanytol”.
Y los clientes están muy contentos con las medidas de seguridad. Se sienten seguros, como por ejemplo José Manuel Muñoz que, junto a su grupo de amigos, cuenta que le parece “perfecta” la reapertura de la sala. “Y que continúe”, añade.
Respecto a la tardía apertura de los pub en nuestra ciudad, hay diversidad de opiniones. Hay quien ve ahora el momento perfecto por precaución pero hay quienes piensan que se podrían haber abierto en la fase 3 como en el resto de España.
Si en esta ciudad"tan responsable"lo mas importante es salir de fiesta, desobedecer las normas y viva la Pepa,dentro de esta normalidad donde en otras ciudades esta muriendo gente aun, los ceuties se pasan las obligaciones por el forro, sin mascarillas, sin distanciamiento,seguro q ya n se denuncia a nadie pq ya ni la policia usa mascarilla aprovecho este comentario, si es q lo publican... Q tienen pensado hacer con los que van conduciendo usando el telefonito, ya q dudo q sea el unico q ve a estos energúmenos, constantemente, q esperais q muera alguien mas... Aunq seguro q le sale gratis con algún tecnicismo