Todos nos hemos acostumbrados a ver a los sanitarios con el Equipo de Protección Individual (EPI) bajarse de la ambulancia para dirigirse a cualquier domicilio a realizar una prueba de PCR. Al principio de la pandemia, los ciudadanos giraban la cabeza y se quedaban mirando atónitos a los sanitarios, era una escena atípica que nos hacía ver la peligrosidad del virus. Durante todos estos meses estos profesionales han realizado un papel fundamental, quizás menos visible que el de los sanitarios que luchaban en los hospitales, pero igual de meritorio porque han sido horas y horas de trabajo.
En la base operativa del 061, el equipo a pie de calle aprovecha la hora de comer siempre cerca de las dos unidades móviles. Tienen un nuevo vehículo cercal, el que se encarga de las salidas relacionadas con coronavirus que ha sido cedido por la Cruz Roja.
Entre estos sanitarios está Pascual Brieba del Río, uno de los encargados de formar al resto de compañeros en la retirada segura de Equipos de Protección Individual (EPI) con el fin de reducir el riesgo de contagios entre los profesionales al mínimo. Lo que fue un espacio multiusos, donde se almacenaba material y se aparcaban las motos, ahora es un circuito para blindar al personal de Atención Primaria frente al coronavirus. Ellos, los encargados de entrar en contacto con posibles contagiados, fueron formados, entre otros, por Brieba. Es un proceso que se sabe de memoria, muy laborioso y cuidadoso, donde todo está medido hasta el último detalle. Pascual Brieba ha querido mostrar a las cámaras de FaroTV cuál es el proceso que llevan cuando se tienen que colocar el traje EPI y todos sus accesorios antes de ir a realizar una visita a un paciente a su domicilio. Los guantes, botas, trajes, mascarillas y pantallas faciales se han convertido en utensilios diarios para estos profesionales. Una vez finalizan el servicio tienen que realizar un proceso de desinfección de todo el equipo para tenerlo listo para la siguiente salida.
Un trabajo que lo combinan con otras atenciones que nada tienen que ver con el coronavirus. Porque aunque todo lo acapare el virus, la vida sigue y estos sanitarios luchan contra cualquier enfermedad para estar siempre a la atención de los ciudadanos.