El preso que se puso en huelga de hambre a finales de septiembre pidiendo el traslado desde la cárcel de Fuerte Mendizábal a la de Algeciras vuelve a comer y confía en que se tramite su solicitud en noviembre. Así lo apunta la esposa de José Antonio M.T.,que cumple pena por tráfico de hachís en Ceuta desde el pasado mes de marzo.
El reo se sentía "engañado", pues según explica su cónyuge, Luz María Moreno, se le había "prometido un rápido traslado y reducción de condena.
Por ese motivo y ante la constante denegación de sus solicitudes, el pasado 19 de septiembre inició una huelga de hambre que se extendió durante varias jornadas.
"Tras salir la publicación en El Faro fueron a verlo representantes de Instituciones Penitenciarias y hablaron", resume Moreno.
El planteamiento fue claro. "Le dijeron que Madrid no quiere cambiarlo mínimo hasta el mes de noviembre. Él está más tranquilo y esperemos que en ese mes se tramite la solicitud", añade su mujer.
Un traslado inesperado, una vuelta sin fecha
José Antonio tenía "pendiente un juicio por tráfico de hachís, habiendo cumplido ya once meses en prisión preventiva". Tras la vista "se presentó voluntariamente en la prisión de Algeciras para cumplir los tres años y medio a los que le habían sentenciado".
"Le dijeron que la cárcel de allí estaba muy vacía, que necesitaban mover reclusos y, que sí aceptaba, pronto le darían permiso para el traslado y podría salir antes. Él dijo que se lo pensaría, pero en ningún momento aceptó explícitamente, porque tiene aquí (en Algeciras) a su madre enferma y al resto de su familia", explicaba semanas atrás la esposa del encarcelado.
Sin embargo y siempre según el testimonio de Moreno, "llegó marzo y lo trasladaron, sin aviso previo", quedando sus allegados en el otro continente, a catorce kilómetros atravesando el mar.
Rápidamente comenzó "a solicitar el traslado", viendo como "siempre se lo denegaban". Tampoco se adaptó especialmente bien a la vida en Fuerte Mendizábal, sobre todo por la comida. "Allí todo es muy complicado. Él es cristiano, le gusta comer cerdo y allí de eso no tiene nada. La comida es malísima, tengo que mandarle dinero para comprar latas y que coma algo", agregaba la mujer el pasado mes de septiembre.
Solicitudes constantes
En ese contexto, explica Moreno que José Antonio llevaba enviando a las autoridades penitenciarias "unas 25 instancias semanales" reclamando el traslado. Asegura que tal era el volumen que "la asistenta social" se puso en contacto telefónico tanto con ella, como con su abogado, pidiendo que dejara de enviarlas, "porque su traslado era inminente, como muy tarde en julio".
"Estamos en esta fecha y no ha sucedido. Nos han engañado", lamentaban el pasado mes de septiembre los familiares del recluso, que lleva "sin ver a su madre enferma y a sus sobrinos desde el mes de marzo".
Mientras, José Antonio M.T. sigue esperando en una celda de la cárcel ceutí a que un día, finalmente, le lleven de vuelta a la Península. Como medida de presión, decidió ponerse en huelga de hambre durante varios días a finales de septiembre. Ahora confía en que sus peticiones puedan cumplirse en el mes de noviembre.