Vuelve la presión de las motos de agua en su uso más delictivo en verano: el que le dan aquellos pilotos dedicados a introducir inmigrantes en Ceuta desde Marruecos. La Guardia Civil se ha enfrentado en la tarde de este martes a una presión sin igual, con varios frentes abiertos con individuos que transportaban a sin papeles.
La playa de Juan XXIII ha sido escenario de un desembarco de tres inmigrantes procedentes de Argelia, de la zona limítrofe con Túnez, arrojados a primera hora de la tarde de este martes por motoristas que se han dado a la fuga. Los inmigrantes posteriormente han sido identificados uno a uno por la Guardia Civil, que creen que han salido de una playa cercana a Marruecos, posiblemente desde Castillejos.
Los tres inmigrantes iban en dos motos de agua: dos iban en una moto con un conductor y el otro iba en otra moto con otro conductor, según ha podido saber El Faro. A los inmigrantes los han tirado en las piedras de Juan XXIII, motivo por el cual algunos de ellos presentan arañazos y heridas.
Las embarcaciones del Marítimo han iniciado varias persecuciones por la zona para intentar dar con los pasadores, de momento sin éxito. Se ha rastreado toda la zona después de haberse producido el desembarco de estas personas.
Un celular de la Guardia Civil se ha trasladado a la zona para hacerse cargo de los inmigrantes sin que haya trascendido la detención de los pasadores.
El pase en motos de agua se ha convertido en una de las vías explotadas en verano por los traficantes de personas. Una vía por la que cobran alrededor de 600 euros por pase y en la que no se tiene en cuenta la integridad de los inmigrantes que son arrojados al agua para huir de los controles policiales. De hecho así han muerto varios inmigrantes y otros han desaparecido en trayectos de la muerte.
En este caso los tres inmigrantes que han sido abandonados en Juan XXIII están en buen estado de salud. Dicen ser de Argelia, aunque ahora será la Policía la que tras su filiación en la Jefatura Superior confirme su auténtica identidad. Los inmigrantes, que apenas hablaban árabe, encuentran en este tipo de pases la vía para entrar en Ceuta en cuestión de minutos, poniendo sus vidas en manos de pasadores que hacen el agosto con estas labores. La Benemérita ha hecho una identificación uno por uno a todos ellos.
También ha sido activada la Cruz Roja ante la posibilidad de que presentaran algún cuadro complicado de salud que no ha sido finalmente así.
De Argelia y a penas hablan árabe?, pero quién se cree eso?, no serán de Marruecos, como la mayoría que hay en Ceuta, para evitar que sean devueltos? Pá llorar.