El presidente de la asociación de vecinos de Plaza Nicaragua, Fernando Sotomayor, ha comunicado que, aunque parecía que la obra que ha dejado unas vistas maravillosas en la zona estaba finalizada, todavía queda la colocación de las vallas que rodearán la plaza para velar por la seguridad de los más pequeños.
Se prevé que pronto culmine y se pueda hacer un uso seguro de las instalaciones. “La intención es que los niños no puedan saltar o caerse porque hay una altura ronde unos cinco metros”.
En cuanto al polideportivo, “se hizo sin cercar, creo que es el único que está totalmente abierto. Los incívicos se ponen a jugar a las tres de la madrugada. O como está sucediendo a las siete de la mañana de un domingo, hay quienes se ponen a jugar un partido de baloncesto. Todos esos golpes afectan a los vecinos” .
El presidente ha recurrido a la Ciudad para su perimetraje, que traerá paz a los residentes. Según Sotomayor, espera sin duda que el Gobierno local se encargue de esta situación “como lo ha hecho en otras barriadas”.
En relación al pleno en el que Plaza Nicaragua fue uno de los temas sacados a la palestra, Sotomayor ha asegurado que entiende que el tema del ruido es un problema de más barriadas.
No obstante, el presidente, en nombre de los vecinos, ha trasladado su preocupación por el deterioro temprano y continuo de una obra que en vez de servir de disfrute está trayendo dolores de cabeza a los residentes.
“Viene gente de fuera, gente de otras barriadas y se quedan hasta altas horas de la madrugada. Estamos viendo si lo podemos solucionar porque esta no es la mejor situación”, detalla.
Los mismos que proceden de otras barriadas son los que están provocando el deterioro temprano y visible del parque. Ya se pueden ver pintadas en las instalaciones, y no solo eso, el jardinero encargado del mantenimiento habitual de la Plaza Nicaragua afirma que la vegetación está sufriendo ataques cada vez más notables. El Faro ha podido comprobar que a varios setos les están arrancando las hojas, y en comparación a otros, muestran un aspecto mucho menos espléndido.
De la barriada no dan problemas
“De la barriada nadie da problemas, es que ni van porque tienen miedo de aquellos a los que se les pide ser cívicos y responden con agresividad ”, dice Sotomayor en relación a la situación que se encuentran los vecinos.
“ Aquí se juega a destruir. Nosotros hemos sufrido el tiempo de la obra; coches, ruidos,así como todo lo sufrido antes de la obra; incendios, serpientes, drogadicción... y ahora esto”.
El presidente de la asociación de vecinos de Plaza Nicaragua ha revelado que, lo críos, como es normal, juegan a dar balonazos a los locales sociales ubicados en la plaza, ruido que llega a las viviendas, por lo que si la situación no cesa, se verá a obligado a pedir su prohibición, pues “ya hay un polideportivo para eso”.
Esto está provocando que los mismo vecinos que apoyaban la obra en la barriada se retraigan de su opinión y comiencen a verla como una diana de vándalos.
El presidente de la asociación ha querido hacer un llamado de atención a las madres que acompañan a sus hijos al parque y no hacen un uso cívico de las instalaciones, pues habiendo papeleras, arrojan pipas y deshechos al suelo. Los locales sociales fueron parte del proyecto, en cuanto a ellos existen varios proyectos de la barriada, como la creación de una unidad vecinal “que nunca ha existido y está costando mucho trabajo”, apoyándola en celebraciones para los miembros de la asociación.
“Aquí nunca ha habido una fiesta, ya somos el 50% de los vecinos unidos”,insta Sotomayor.
En cuanto a la reestructuración de la circulación, Sotomayor quiere llama la atención a aquellos que no cumplen la nueva señalización de circulación. “Hay quienes no ven las señales, o no quieren verlas y algún día va a haber un problema. Yo ya me he encontrado un coche de frente que circulaba en dirección contraria”, concluye.
Un gesto vecinal que honra a los que ya no están
Durante 38 años los vecinos de Plaza Nicaragua han estado desarrollando las reuniones “en un portón, de pie o pasando frío. A día de hoy cuentan con un local social para su reunión”.
Este local social, así como las nuevas instalaciones de Plaza Nicaragua eran un deseo de muchos vecinos.
Algunos de ellos, debido a la ley inevitable de vida no podrán disfrutar de la obra terminada, ni del local social ni la unión vecinal. Por este motivo, los vecinos han sembrado un olivo en nombre de todos aquellos que no han llegado a ser testigos de las vistas que deja Plaza Nicaragua, un gesto admirable y que honra a la barriada.
No está hecha la miel para la boca del burro .
Para decir eso, mejor podría haberse callado, pero si se autodenomina Ciudadano y como única aportación utiliza esa rebuscada frase, es una falta de respeto a los vecinos de la zona que son los que padecen el problema.