La "facilidad de acceso" y el "bajo precio" a la cocaína y las drogas de síntesis en la ciudad autónoma es uno de los factores de preocupación que sobresalen en el diagnóstico de situación que sirve de base al Plan Sobre Drogas (PSS) 2012-2015 que fue aprobado en Pleno en diciembre, documento a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso 'El Faro' y en el que se alerta de que "el 90-99% de los consumidores afirman que han sido 'invitados', lo que confirma el modo en el que se inicia el consumo de dichas sustancias".
Según la 'Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Drogas 2011' elaborada por la empresa 'Interservicios', una de las tres fuentes estadísticas que soportan las conclusiones del texto, el 5,9% de la población ceutí reconoce haber tomado en alguna ocasión cocaína. 'Sociópolis', que firma la 'Encuesta sobre el consumo recreativo de drogas entre los jóvenes ceutíes 2011', califica de "inquietante" que un 4,7% de los jóvenes diga haberla consumido "durante el último mes".
"El precio del gramo de cocaína permanece estancado en 60 euros desde hace una década, cuando ya costaba 10.000 pesetas", han explicado fuentes policiales, que confirman que la 'invitación' es la vía por la que "todos" los consumidores acceden al polvo blanco, "muy habitualmente a través de sujetos que se hacen pasar por simples consumidores pero que en realidad se dedican al 'menudeo' con el propósito de captar clientes".
Según la 'Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Drogas en España 2010', por "primera vez" desde 1995 se ha registrado un descenso en el consumo de cocaína en todo el país en la población en general. En la actualidad el 2,6% de los españoles confiesa haber tomado durante el último año y un 1,2% en los últimos 30 días.
Fuentes policiales dibujan el perfil del consumidor ceutí de cocaína, una sustancia que llega a la ciudad autónoma "tanto desde Marruecos como desde la Península", como el de "una persona con un alto poder adquisitivo, generalmente con más de 20 años".
Policonsumo
Además de las encuestas, el Plan Sobre Drogas recoge las cifras de admisiones a tratamiento ambulatorio por consumo de psicoactivos durante 2010, cuando se contabilizaron un total de 111, el 58% (62) después de haber recibido ya asistencia previamente.
El consumo o dependencia de heroína y base de 'coca' está detrás de la mitad de las admisiones, mientras que el de cocaína en solitario ha provocado otro 16,2% (18 casos, en términos absolutos).
Según 'Sociópolis', casi el 100% de los consumidores locales de cocaína compatibilizan la ingesta de esta sustancia con la de cannabis, mientras que un 60% asegura hacerlo también de éxtasis y algo más de un 40% de alucinógenos.
Este no es un fenómeno nuevo. "Desde 2005 y 2007", advierte el Plan, "se viene observando una alta prevalencia de consumo de sustancias como el cannabis y la cocaína junto con alcohol entre los jóvenes de forma asociada a la diversión los fines de semana: el 44,7% ha probado el cannabis en alguna ocasión y el 15% ha hecho lo mismo con la cocaína, mientras que la prevalencia de las drogas de síntesis y los alucinógenos se elevan al 10,9% y al 8,1%".
A juicio de los técnicos que han elaborado el documento, "en la mayoría de los casos, el consumo entre los jóvenes presenta un fuerte carácter experimental que reduce drásticamente el porcentaje de quienes han probado una sustancia alguna vez y quienes lo han hecho recientemente, aunque el cannabis muestra una fuerte habitualidad y la cocaína una prevalencia inquietante".
Control paterno
Junto a la percepción de riesgo (a más sensación de peligro, menor consumo) y factores exógenos "de protección" como la confesión religiosa (en el caso del alcohol para los musulmanes, el Plan identifica el "control paterno" como un elemento de considerable influencia sobre la prevalencia de consumo de estupefacientes.
De acuerdo con las cifras contenidas en el documento, el 60% de los jóvenes ceutíes creen que sus progenitores han ejercido "poco o ningún control sobre sus hábitos".
"Las mujeres están más controladas, en un 47,5%, que los hombres (35%)", detalla uno de los trabajos sociológicos, que concluye que "se extrae a través del cruce de datos que a mayor control paterno percibido, menor consumo". "Aquellos jóvenes que dicen no tener control paterno gastan el triple que los que lo perciben excesivo", completa el análisis, que apunta que los jóvenes ceutíes que se presentan con un poder adquisitivo "alto" destinan 69 euros a la semana a adquirir drogas.