Así se funciona a los más altos niveles de responsabilidad: improvisando. A tan solo 24 horas del inicio de la vuelta al colegio tras las fiestas de Navidad, nos topamos con la adopción de decisiones a trompicones, decisiones que tienen como consecuencia directa que los padres se tienen que enterar por los medios de comunicación que sus hijos no irán a clase este viernes. Y es que a 24 horas de mandar a nuestros hijos e hijas de vuelta a las aulas, se han acordado de que hay una palabra mágica: garantías. Y que esas garantías deben prevalecer sobre la salud de los alumnos y de los docentes. Después de prácticamente tres semanas sin escuela y con la movilidad y contacto social habida en este periodo de fiesta, lógico era pensar que puede haber contagios y que esos contagios pueden derivar en un problema gravísimo dentro de las aulas. Pero lógico era haberlo pensado desde el inicio de semana para haber organizado todo con el tiempo suficiente como para que las clases sí comenzaran el viernes con la seguridad debida o lo hiciera el lunes pero sabiéndolo de antemano, con tiempo suficiente como para que las familias pudieran organizarse. No, no se ha hecho así. Y encima dicen que los padres que no pueden conciliar lleven a sus hijos al colegio, ¿con qué garantías?, ¿ustedes que se creen que los colegios son guarderías? Pero lo más grave es que primero la realización de test se ha ceñido a los docentes desplazados de la Península, ¡cómo si en Ceuta se estuviera inmunizado! De esa otra parte de los docentes, de los que no se movieron de la ciudad, se acordaron por la tarde. ¿Y de los alumnos?, ¿qué garantías hay de que no tengan el virus?, ¿por qué no se ha organizado una campaña masiva de test iniciando las clases por ciclos para dar cabida a todos? Se ha improvisado, se ha hecho todo a golpe de impacto. Como siempre. Con un Ministerio descabezado, una administración central tomando decisiones a última hora y las familias sin opción siquiera a opinar.
Para cuándo un homenaje y estatua a la Delegada del Gobierno( por llamarle de alguna manera)