Las restricciones derivadas del coronavirus tienen sus consecuencias en los transportistas, sometidos a la dictadura de los horarios en la línea Ceuta-Algeciras y, también, a las decisiones de ‘paso’ preferente a algunos buques. Es lo que ha sucedido este jueves, cuando el buque Festivo, cargado con alimentos de todo tipo: frutas, verduras y mercancía de primera necesidad, ha visto demorada su entrada en puerto, teniendo como preferente el atraque de un carguero que venía a suministrarse de combustible.
Una ‘preferencia’ que tiene sus consecuencias en el perjuicio que significa para la estiba y desestiba de la carga y el reparto de la misma a las grandes superficies de este buque que tiene que cumplir los mismos horarios ahora tan reducidos lo que prácticamente está provocando que se queden en tierra algunos camiones.
Los perjudicados han indicado a este periódico que no se puede priorizar a otros buques en detrimento de los que abastecen de mercancías a Ceuta, ya que esto afecta directamente a las empresas ya de por sí sometidas a las restricciones derivados de la pandemia. Los horarios establecidos, con una bajada en las rotaciones, provocan que cualquier retraso tenga su consecuencia directa en el abastecimiento posterior.
Este viernes 1 de mayo Ceuta estará prácticamente incomunicada ya que solo hay una rotación, a las 23:30 horas, la misma que tendrá lugar el domingo. Además entre semana se han vuelto a reducir los enlaces con Algeciras. A pesar de las quejas de los transportistas y de las advertencias de Marina Mercante no ha habido cambios en las rutas ahora disponibles.
Además, por otro lado y como dato de movilidad en el Estrecho, Baleària registró una ocupación media del 13% en la bodega del buque Passió per Formentera, que cubre la línea Algeciras-Ceuta, en el primer mes del estado de alarma (en concreto, entre el 14 de marzo y 14 de abril).