Sr. Presidente:
Por utilizar un símil, de aquello que…
“Virgencita, virgencita que me quede como estoy.” Y asumiendo que los polígonos comerciales del tarajal están tocados y hundidos. Lo único que les faltaba es que toda la ciudadanía ceutí los identifique como centro temporal (o definitivo) de acogida para inmigrantes.
Nos ponemos a pensar que… ¿de quien ha surgido tan "brillante" idea?, ya que, no basta con tener un sano juicio, lo principal es aplicarlo bien.
Y el haber tomado tan polémica decisión, entendemos que a alguien ha de beneficiar.
Pero lo que sí es seguro que a los polígonos del Tarajal les da la estocada definitiva para su muerte.
Muchas y diversas fueron las vicisitudes por las que, tras haber atravesado numerosas crisis como la guerra del golfo, el blanqueo con el paso de la peseta al euro, la crisis del 2.008, el cierre de Benzú, el famoso bulto y, últimamente el COVID-19 y un largo etcétera.
Y, habiendo resurgido de nuestras propias cenizas en cada una de ellas, debemos de reconocer que en este caso en el que alguien con no sé…, que intereses espurios, nos quieren llevar al cadalso.
Pero como siempre, el hombre propone y Dios dispone, al pelo aquello de que entre todos la mataron y ella sola se murió…
¿Se acabo con cualquier esperanza de poder darles a nuestros polígonos una nueva orientación al mercado y clientes locales?
¿Se acabo animar a que empresas de todo tipo de sectores se establezcan allí, donde pueden encontrar amplios locales en los que podrían desarrollar sus actividades de forma más cómoda y sobre todo con facilidad de aparcamiento y logística?
En lugar de eso se ha contribuido a desfigurar aún más si cabe, la ya de por sí tocada imagen que se ha transmitido de los polígonos durante los últimos años.
La única esperanza que nos queda es que con el precedente que se ha creado con varias naves, se puedan beneficiar el resto, y porque no, en vez de quedar relegadas al temido justiprecio, las quieran utilizar por ejemplo como almacenes municipales…
No nos vamos a amilanar, esta asociación sola o de la mano de otras, dará las batallas legales o coercitivas a que fuera lugar en la consecución final de un plan de reconversión industrial o como la quieran llamar, en defensa de nuestros intereses y que tanto esfuerzo y trabajo costó.
Ahí queda…