A primero de mes de marzo, los vecinos de Benzú denunciaron a El Faro que tras el reparto de alimentos que realizan cada mes a las personas más necesitadas de su barrio tuvieron un percance con algunos incívicos. El problema radicaba en que no era un caso inusual, ya que se producía cada mes. Tras esos hechos, los vecinos quisieron denunciarlo públicamente para pedir la presencia de las fuerzas de seguridad para realizar el reparto sin incidentes en esta zona de Ceuta.
La respuesta fue inmediata y los vecinos de Benzú contarán con presencia policial. A partir de ahora y en los próximos repartos se dispondrá de la ayuda de los agentes y así esperan que se pueda resolver los problemas y no vuelva a ocurrir ningún tipo de altercado. Una situación que ya estaba siendo “insostenible”.
Desde la Asociación de Vecinos de Benzú han querido agradecer, a través de este medio, la rápida respuesta de las fuerzas de seguridad ya que le han asegurado que estarán desde el inicio hasta la finalización del reparto. Con esto se espera que en los repartos venideros no se tenga que sufrir un hecho que se producía “mensualmente” cuando unos individuos se dedican en todo momento a “increpar, insultar y robar alimentos”.
Asimismo, el jefe de la Brigada en una reunión mantenida con la junta directiva de la Asociación de Vecinos de Benzú ha ofrecido la presencia policial en todos los repartos que se vayan a realizar a partir de ahora, para que así puedan llevarlos a cabo sin incidentes y se pueda ayudar a los vecinos del barrio.
Durante el año de pandemia y la crisis sanitaria y económica que ha conllevado, muchas personas han necesitado pedir esta ayuda después de perder sus puestos de trabajo y el sustento económico. Una labor fundamental, sobre todo para las personas más desfavorecidas y que parecía que algunos no querían respetar.
Esto es España... y en Ceuta hay mucho salvaje que su capacidad mental no da para más.
¡Cómo se nota que esto no es Japón!. En Japón durante el tsunami de 2011, las personas guardaron educada y cívicamente colas perfectamente ordenadas durante 7 horas, y nadie se coló, nadie se quejó y no hubo ni un altercado. Aquí somos un poquito más salvajes y no respetamos ni a los ancianos. ¡Asco de gente!.