La Policía Nacional ha desmantelado una red que supuestamente secuestraba menores extranjeros no acompañados tras su llegada a España y que traía a los niños mediante el cruce clandestino de frontera, principalmente en pateras.
Posteriormente, los arrestados, que presuntamente sacaban a los MENA de centros de menores ubicados en la provincia de Cádiz y los llevaban hasta La Mojonera (Almería), pedían a sus familiares en Marruecos 500 euros para su liberación y los amenazaban con matar a los chicos o utilizar sus órganos para el tráfico ilegal en caso de no acceder a sus exigencias.
Según ha informado la Policía en un comunicado, finalmente los agentes han detenido a seis personas, de las que cuatro han ingresado en prisión, en Almería (3), Cádiz (1), La Línea de la Concepción (1) y Jerez de la Frontera (1).
Las investigaciones comenzaron en el verano de 2018, cuando una mujer de origen marroquí detectó a tres compatriotas menores de edad en Granada en situación de desamparo y, tras sus declaraciones, y una vez realizadas las primeras gestiones policiales, identificaron la existencia de un entramado criminal que de manera profesional se dedicaba con continuidad en el tiempo a captar menores en Marruecos.
Según ha relatado la Policía, exigían a sus familiares una cantidad de dinero por su traslado a España que variaba en función del método de tráfico de seres humanos que emplearan y, posteriormente, trasladaban a los menores hasta Tánger donde otra persona se hacía cargo de los niños.
Una vez en España, si los menores no eran detectados por las Fuerzas de Seguridad eran recibidos por otros miembros de la red y en el caso de ser ingresados en centros de menores de la provincia de Cádiz lograban contactar con ellos para sacarlos a la mayor brevedad posible.
Asimismo, la organización no solo se hacía con los menores que ellos traficaban, sino que captaban a los que estaban en centros de menores de la provincia de Cádiz que habían sido traficados por otras redes y les ofrecían falsos pretextos para que accediesen a ser trasladados a otras provincias de España.
Tráfico de órganos
Según la Policía, la red materializaba el secuestro de los menores en el momento en el que eran conducidos a la provincia de Almería, donde eran informados tanto ellos como sus familiares en Marruecos de su situación y de las condiciones para su liberación. De este modo, mantenían casas en dicha ciudad donde los tenían privados de libertad hasta que recibieran la cantidad de 5.000 dírhams, cerca de 500 euros.
Supuestamente amenazaban directamente a los menores o a los familiares de estos en Marruecos de que en caso de no ser satisfecho el pago los mismos morirían o serían empleados para el tráfico de órganos.
Por su parte, en Marruecos se encontraban las personas receptoras de los pagos, quienes informaban a la estructura de la organización en España para efectuar si procedía la liberación de las víctimas.
La Policía ha destacado "la profesionalización de esta red que actuaban de manera coordinada con los traficantes de Marruecos así como la peligrosidad de la misma".
Otras organizaciones ya desarticuladas, según la Policía, le enviaron incluso sicarios a España por considerar que les quitaban a los menores que habían traficado previamente.
Tras una intensa labor investigativa, además de las seis detenciones, se han realizado dos entradas y registros en El Ejido (Almería), donde se ha intervenido material supuestamente asociado a la contabilidad de los pagos que debían realizar los familiares de los menas, dinero en efectivo y varios terminales telefónicos.