Se ha localizado además a 12 personas que hicieron uso de esos contratos. Todo está ya judicializado
Punto y final a la operación de desarrollada por la Policía Nacional con la que se ha destapado la existencia de un grupo organizado que se dedicaba a la falsificación de contratos de trabajo. Lo ha hecho elevando el número de detenciones a 21, entre ellos cuatro gestores y un autorizado a acceder al sistema de red en el que se gestionaban los contratos.
En la investigación el CNP ha contado con apoyo del SEPE, la Seguridad Social e Inspección de Trabajo, además de Extranjería. Gracias a este ‘golpe’ se ha roto un grupo que, previo pago de importantes cantidades de dinero, hacía contratos fraudulentos y daba de alta en la Seguridad Social bien a extranjeros o a españoles casados con ciudadanos de un tercer país.
No hacían ningún tipo de actividad laboral pero aparentaban que sí, gracias a ese fraude que les permitía acreditar que podían subsistir económicamente para así renovar sus autorizaciones de residencia y beneficiarse de las distintas ayudas o solicitar prestaciones contributivas.
Para que la red tuviera éxito se apoyaban en tres pilares: los empresarios, los gestores y los autorizados para el sistema de red, que elaboraban y enviaban los contratos falsos. Así la Policía ha dado con cuatro propietarios de gestoría donde hacían esos contratos. Esa entidad fue disuelta y luego creada de nuevo con otros dos socios.
A ellos y al autorizado para entrar en red se les acusa de delitos contra la seguridad social, falsedad en documento público y asociación ilícita. Se ha localizado a 12 personas que hicieron uso de esos contratos y se les acusa de un delito contra la seguridad social y falsedad de documento público.
Si todo está claro, sin dudar, al talego. Faltan nombres y apellidos de los estafadores.