La Policía Local de Ceuta ha identificado ya a todas las personas que aparecen en el vídeo difundido a través de redes sociales y en el que v
arios individuos atan una vaca a un poste para, después de tumbarla con fuerza en el suelo, sacrificarla en la vía pública sin ninguna medida de aturdimiento previa. El mismo día en el que se conoció esa grabación, sobre unos hechos cometidos el pasado 21, la Ciudad anunció que abriría una investigación para dar con los autores de tan deplorable acción. Y los resultados se han obtenido en cuestión de días, ya que tal y como ha podido saber El Faro de Ceuta, la Policía Local ya ha identificado a todos los participantes, realizando el oportuno informe oficial sobre su acción tras el análisis de la grabación y el cotejo de las identidades. Ese informe será entregado este mismo lunes a Sanidad Animal, que es la competente en esta materia y la que debe iniciar el procedimiento administrativo y presentar denuncia ante el Seprona de
la Guardia Civil o ante la Policía Nacional, según considere competente. Sanidad Animal acudirá a la instancia oportuna ya con el trabajo previo hecho por los agentes del cuerpo municipal. Del contenido de dicha grabación se concluye que se ha incumplido el protocolo sanitario además de que se ha producido un maltrato al animal, que fue sacrificado en la calle. La difusión de este vídeo provocó la indignación de todos, emitiéndose distintas condenas bien a través de redes sociales o bien con declaraciones públicas por la forma en que se llevó a cabo el trato al animal, el lugar donde se hizo esa muerte y el estrés y presión que se ejerció sobre la vaca. Se aprecia claramente en la grabación cómo intenta escapar y se resiste a ser atada con una cuerda, pero una turba de personas la rodea hasta reducirla contra el suelo cuando el animal intentaba zafarse. Una vez en el suelo y sin poder defenderse se le practicaron repetidos cortes en el cuello con lo que se incurrió en un sufrimiento gratuito que nadie puede defender. La labor de los policías locales se ha centrado en la comprobación de la identidad de cada uno de los que manipula al animal y termina cometiendo o colaborando en la práctica de esta acción, que se produjo a la altura de las 225 viviendas de
Loma Colmenar.