Desde que hace un año Francia redujera los visados que otorga a marroquíes, son muchos los ciudadanos de Marruecos que se quejan de la dificultad de viajar allí para trabajar o visitar a sus familiares, unas protestas que inundan las redes, han llegado a los medios y este martes se han escenificado en una sentada en Rabat.
Desde septiembre de 2021, el Gobierno francés decidió reducir a la mitad el número de visados concedidos a los ciudadanos marroquíes, en una decisión calificada entonces de "injustificada" por las autoridades de Marruecos.
Francia entregó en 2019, antes de la pandemia, 346.032 visados a marroquíes, que ocuparon el tercer lugar (un 9,7 %) entre los países que más solicitaron el visado Schengen en los consulados franceses, después de los demandantes chinos y rusos.
Visados a cambio de devoluciones
La razón de este recorte está en las dificultades que encuentra Francia para devolver a marroquíes a su país. El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió el pasado 15 de septiembre de que su política de visados dependerá de que ciertos países acepten el regreso de sus ciudadanos expulsados por las autoridades galas.
Aunque el presidente no lo citó, Marruecos, con el que Francia mantiene unas tensas relaciones diplomáticas desde el recorte en los visados, figura entre los países con los que París ha encontrado dificultades para ejecutar esas devoluciones.
De las 3.301 expulsiones pendientes a Marruecos dictadas por los tribunales franceses, solo se han llevado a cabo un 2,4 %.
El descontento social por este recorte, que afecta a decenas de miles de marroquíes con vínculos con Francia, su ex potencia colonial, se ha plasmado hoy en la sentada "simbólica" organizada por la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) frente a la representación de la Unión Europea en Rabat.
Medio centenar de personas han culpado en ella a los países europeos, y más concretamente a Francia, de no respetar el "derecho a la libre circulación".
"Una humillación colonial"
El presidente de la AMDH, Aziz Ghali, ha llamado al cese de la "humillación" que practican los consulados europeos en Marruecos y a la anulación de las "condiciones draconianas" impuestas a los solicitantes de visado.
"La negación de visados es un acto discriminatorio y racista", "La Unión Europea tiene que sancionar a Francia por utilizar el visado para el chantaje" y "Francia bloquea intereses de cientos de miles de marroquíes" figuraban en las pancartas levantadas por los participantes en la protesta.
Hakima el Bouchikhi, una profesora jubilada de 63 años, se quejaba en la sentada por el rechazo del consulado francés en Rabat de otorgarle el visado para visitar en Francia a su marido, de nacionalidad gala.
"Me casé hace dos años con mi marido francés. El primer año me dieron el visado para visitarlo, en junio solicité otro visado y no me lo dieron. Creo que ni abrieron mi expediente", afirmaba.
El Bouchikhi añadía que ahora está esperando que su marido encuentre una solución en Francia. "Mi dignidad no me permite volver al consulado para rogar que me dejen entrar a Francia".
Junto a ella, el responsable de migración en la AMDH, Said Tebel, afirmaba que Francia no es el único país europeo que restringe los visados, sino que hay otros consulados como el polaco que siguen la misma política.
"Rechazamos esa política, que es humillante. Hay médicos e intelectuales que solían ir a Francia y volver, pero ahora se les rechazan las solicitudes de visado", agregaba a Efe.
Quejas de los profesionales
Y es que el recorte de visados no solo afecta a familiares, sino también a profesionales. "Esta política francesa nos ha hecho mucho daño. Si no viajamos, no trabajamos", dijo Hassan Mutaki, camionero de 36 años dedicado al transporte internacional.
Mutaki, que trabaja en una empresa exportadora de productos agrícolas a Europa, explica que desde su incorporación a este trabajo hace tres años tuvo cuatro visados franceses.
Pero a finales del pasado mes de marzo el consulado francés en la ciudad atlántica de Agadir, en el sur de Marruecos, no se lo concedió por "razones desconocidas". Es el caso, dice, de varios de sus compañeros.
Según el sindicalista Jamal el Soul, la nueva política de visados francesa ha afectado a más de la mitad de los camioneros marroquíes que solían entrar en el espacio Schengen con visado francés.
Ante esa situación, Mutaki afirma que sus compañeros camioneros recurren ahora a los consulados españoles, que suelen concederles el visado si sus requisitos son correctos.