S.Vivancos CEUTA
Podemos Ceuta no descarta una alianza de izquierdas de cara a los próximos comicios municipales, aunque “sin preferencias”, según matizó ayer Juan Ruiz, uno de los integrantes de la portavocía coral surgida tras la marcha del anterior coordinador del partido, Julio Basurco.
Una alianza en la que no se contempla a Caballas, al considerar que “desmarcarse es la mejor estrategia”. Una postura totalmente opuesta a la defendida hace dos años, cuando el partido caminó de la mano en las elecciones generales del 26-J, al contar con el apoyo del grupo liderado por Mohamed Alí. Precisamente, su relación con el caso Emvicesa rompió este inicio de alianza y aunque posteriormente parece que se produjeron varios intentos de acercamiento, todo indica que Podemos prefiere caminar “de forma independiente” hacia las próximas elecciones.
De momento, también su concurrencia está en el aire, según insistió Ruiz, ya que aún “hay deberes por hacer y estamos trabajando por conseguir un equipo”.
Y este trabajo va de la mano de la nueva portavocía, un grupo “asambleario y horizontal”, que describen como un “órgano de dirección o coordinador. No hay cargos en esta portavocía porque somos un grupo de trabajo abierto y participativo”, señaló otra de sus integrantes, Lola Fernández.
La carencia de un secretario general le convierte, precisamente, en un grupo “nada jerárquico donde tienen voz todos sus integrantes”.
Además de Fernández (técnico en Educación Infantil y encargada de Participación y Organización) y Ruiz (DUE), el resto de la portavocía la conforman Abdelah Ahmed (DUE y enlace con la organización estatal); José Manuel Ramírez (gestor en Recursos Naturales y Paisajísticos) y Lamia Douali (estudiante). “Ser militante de Podemos en Ceuta es un acto de heroísmo porque el tradicional conservadurismo en la ciudad hace que simplemente manifestar que eres simpatizante te señale públicamente”, insistió Ruiz.
Pese a este hándicap al que aluden, el grupo tiene claro que ahora es el momento de trabajar por lograr mejoras para la ciudad en temas como frontera e inmigración. “Una solución pasaría por nombrar a un delegado de alto nivel, perteneciente al Ministerio de Exterior y con línea directa con Marruecos”. Pero también señalan que aún queda mucho por lograr en educación, sanidad, urbanismo o empleo, entre otras cuestiones.