La celebración de la patrona de Instituciones Penitenciarias se tiñó de reivindicación por las contantes denuncias que de manera pública vienen haciendo diferentes colectivos que agrupan a los funcionarios de prisiones. De espaldas a la dirección del centro y con camisetas negras, un grupo de trabajadores expresó el sentir general de una platilla que confiesa sentirse abandonada en una profesión para nada fácil.
De poco sirven los reconocimientos de palabra en actos institucionales cuando no pueden llevar a cabo de manera adecuada y segura su trabajo, teniéndose que enfrentar cada día, en solitario, a un patio lleno de reclusos que en algunos casos son de extremada peligrosidad.
Este aspecto es uno de los que más remarcan. Mientras las operaciones policiales se saldan con peligrosos criminales entre rejas, poco se quiere saber después de lo que ocurre con esos delincuentes en prisión y de quién debe enfrentarse a ellos, sin más armas que las administrativas, en un patio rodeado de decenas de internos más.
Un goteo de situaciones que van colmando el vaso de la paciencia de los funcionarios, que ya no aguantan más esta situación y que encima no ven reconocido este esfuerzo de manera salarial.
Mientras el resto de corporaciones que pertenecen al Ministerio del Interior sí han visto un incremento en sus nóminas este año, los funcionarios de prisiones no han percibido ni un euro más.
Inseguridad, precariedad y desigualdad salarial, una serie de circustancias que dan pocas ganas de festejar en el día de su patrona.
Iros al campo ahí vas a a tener mejoras salariales