Salvo “espíritu navideño”, de todo. De todo se llamaron este lunes en el Pleno extraordinario convocado para la aprobación inicial del proyecto de Presupuestos de la Ciudad para 2020. De “criminales” y de “nazis”. De “payasos”. De “sectarios” y de “xenófobos”. De “cortijistas”. De “arrodillados” y de “traidores”. Fue ponerse el portavoz de Vox tras el atril y arder Troya en un espectáculo al que los socialistas, aparentemente despechados por el viraje de Vivas aproximándose a “la ultraderecha”, no evitaron echar leña con adjetivos del más duro calibre.
Carlos Verdejo iba decidido a dejar claro que la tónica de los seis primeros meses de legislatura, con el PP y el PSOE acaramelados, se había acabado y lo hizo a las bravas: “Estos Presupuestos son solo el comienzo de una nueva etapa de eliminación de cargos superfluos e inversiones innecesarias. El fin de los chiringuitos. La purga de los socialistas, un partido criminal desde su fundador”, proclamó.
No hubo debate con el interlocutor de cada grupo de la oposición, el consejero de Economía y Hacienda, Alberto Gaitán, que frente a Vox se limitó a “agradecer” su apoyo a las cuentas presentadas y a repetir que el PP había buscado el acuerdo “con todos” los partidos. Antes sí se había defendido ante Ali, que exigió al PP que se decida de una vez por un socio y presente a los ceutíes un pacto de gobernabilidad sin ambages, de permitir una “caza de brujas” con las entidades a las que los de Juan Sergio Redondo aseguran haber quitado las subvenciones (‘Mujeres Progresistas’, ‘Enfermos Sin Fronteras’ y ‘Cardijn’ de momento, a corto o medio plazo también ‘Intercultura’ o el CJCE).
“Se atiende a todas las comunidades, así como a las barriadas y a la promoción del Turismo; tampoco hay ningún chantaje al Gobierno central ni recortes en partidas sociales”, rebatió el del PP, que al MDyC le negó que haya recurrido a la “ingeniería financiera” para cuadrar los ingresos y gastos.
“Las cifras se han establecido sobre análisis técnicos”, aseveró el miembro del Ejecutivo local, que incidió una y otra vez en lo “indispensable” de la ayuda del Estado para atajar la problemática fronteriza. “Destinamos 14 millones a la construcción de viviendas y se trabaja en la mejora de la gestión de las Brigadas Verdes y en el contrato de limpieza pública, pero los asuntos no se arreglan de la noche a la mañana”, dijo Gaitán a Fatima Hamed antes de subrayar que “gran parte” de las reivindicaciones del tercer grupo de la oposición está “recogida” en el documento.
“Congela y mete las tijeras por la parte que afecta a los colectivos más vulnerables de esta ciudad cuando lo que necesitamos es una Administración fuerte, solvente y solidaria en la que poder confiar si la ciudadanía precisa apoyo”, le afeó la líder del Movimiento.
Mucho más agrio que con los dos localistas fue el debate con el portavoz socialista, Manuel Hernández, que en su primera intervención dedicó gran parte del tiempo a diseccionar distintas partidas del Presupuesto y centró la segunda en un carácter más político: “Ustedes”, reprochó al PP, “han hincado las rodillas ante los condicionamientos de la ultraderecha para aprobar estos Presupuestos e intentar echarle la culpa de su mala cabeza al Gobierno de la Nación”.
“Caza de brujas”
“La culpa la tiene usted”, atacó a Vivas directamente, “por dejación de funciones e inacción y ahora le lame los zapatos, las botas altas y los correajes a Vox pese a que prometió en campaña que no pactaría con la ultraderecha”. “Ha traicionado a Ceuta y a los ceutíes generando una situación muy peligrosa a la hora de respetar la buena convivencia: estos de Vox no fueron a los actos del 25 de noviembre, no les importa que mueran mujeres casi a diario por la violencia de género, y usted quita las ayudas a entidades como 'Mujeres Progresistas’ y deja en la calle a cinco coordinadores de Barriadas, padres de familia, no porque hayan hecho mal su trabajo sino por motivos ideológicos, por una caza al rojo”, prolongó.
Hernández incluso dijo percibir indicios “que recuerdan a tiempos que pensábamos que no iban a volver” después de oír a Verdejo explicar el sentido de su voto favorable: “Podíamos dejar a los socialistas abrazar al PP y mantener su influencia perversa, pero tenemos una responsabilidad y obligación: ya no hace falta que les atiendan ”.
Vivas quiso entonces, asumiendo en primera persona la última intervención del debate, responder a las invectivas de Hernández, lo que degeneró en un sindiós de proporciones desconocidas en la Cámara desde hace años, con todo tipo de acusaciones e insultos cruzados. El presidente reprochó a Ali que se haya erigido en “defensor del PSOE para todo lo que necesite”. El de Caballas tachó a Juan Sergio Redondo de “payaso” y se enzarzó en otra discusión con Chandiramani. El diputado socialista Eloy Verdugo volvió a levantarse del asiento y a mostrar sus manos para afear al líder del Ejecutivo local que permitiese a Vox llamar “criminales” a los socialistas.
La secretaria general dio la palabra al presidente y este pudo decirle lo que quería a Hernández, quien parece haberle defraudado a todos los niveles: “Ha venido aquí a criticarme a mí y a insultarme, a calificarme de traidor a Ceuta, pero yo creo que la mayoría de los ceutíes, si tienen que calificar una postura de traición, sería más la suya porque yo al defender los 7,2 millones para Ceuta [de los convenios no prorrogados por Pedro Sánchez] defiendo que el Estado atienda nuestras singularidades, algo que costó mucho sudor a muchos, algunos socialistas, conseguir. Todo ese esfuerzo se ha tirado por tierra este año gratuitamente y usted lo ha consentido con su silencio para no ofender al PSOE”, espetó al socialista, al que antes Gaitán, en su intervención con más colmillo, había recordado que los socialistas han contado con “catorce trabajadores en puestos políticos para siete diputados” durante medio año “con la aquiescencia del PP”.
Al final del Pleno, mientras los parlamentarios restañaban arañazos, uno de esos coordinadores se acercó a Vivas para desearle lo peor. Fue el epílogo del incendio.