El enfado de la ciudadanía por el estado de las playas es bien conocido por todos en Ceuta. La temporada de baño ya comenzó hace semanas y el estado de los arenales sigue sin estar en las mejores condiciones, sobre todo en el aspecto de la accesibilidad.
Concretamente son varias las familias que han querido denunciar cómo se encuentra la de Juan XXIII, un lugar que los fines de semana acoge a muchas familias, y en donde le es casi imposible acceder al arenal a cualquier persona de avanzada edad.
No hay un acceso facilitado como son esas tablas de maderas por lo que esta medida está generando dificultades para el transporte de personas mayores y con problemas de movilidad, así como para descargar los elementos necesarios para disfrutar de un día de playa en este lugar familiar.
“Sin ir más lejos, este domingo íbamos con mi abuelo de 80 años y nos costó la vida bajarlo. Es una playa que nos gusta mucho a los ceutíes, pero a cualquiera le cuesta la vida bajar a ella”, denuncia una usuaria a este periódico.
“Sin ir más lejos, este domingo íbamos con mi abuelo de 80 años y nos costó la vida bajarlo”
“Un ejemplo más que demuestra que en el tema de la accesibilidad esta ciudad queda años luz para igualar a otras playas de la Península”, prosigue en su denuncia.
Por desgracia, no contar con un acceso idóneo para poder disfrutar de un día de baño no es el único problema ya que tampoco cuentan con papeleras y sombrillas.
Esto provoca que la basura se acumule en la zona y que no sea un lugar tan limpio como debiera. La falta de sombra también está siendo un hándicap en pleno periodo estival y sobre todo la queja va en dirección a que en otras playas “sí cuentan con estos servicios”.
No son las únicas quejas en nuestra ciudad, ya que se critica especialmente que en zonas como Tarajal, Calamocarro y Benítez las escaleras de acceso aún no están terminadas.
En definitiva una temporada más de baño en la que las críticas están a la orden del día sobre todo por esa no accesibilidad.