Según Platón, sí, existe una realidad que va más allá de nuestra percepción y de nuestros, útiles y a la vez inútiles, sentidos. No todo lo que podemos llegar a ver muestra su verdadera naturaleza, he aquí un ejemplo práctico: Podemos ver a una persona, tocarla, oírla, escucharla e incluso sentirla, pero no son nuestros sentidos los que nos hacen conocerla tal y como es.
Hace poco se organizó en España la primera temporada de un programa de fama y reconocimiento internacional, dicho espectáculo televisivo ha tenido una gran repercusión mediática en los medios españoles, dado que en nuestro país nunca se había hecho nada parecido: Cuatro cantantes de sobrenombre entre los límites peninsulares, y tal vez alguno fuera de ellos, deben oír a los aspirantes “ a ciegas”, es decir, que el aspecto físico no influirá sobre la decisión, solo la esencia del programa, la VOZ. Claro, todo el mundo dirá que la belleza ha de estar ligada a una voz de calidad, o una mujer ha de tener voz de ruiseñor, aguda y melódica, pero en absoluto es así. Hay de todo, y todo es una realidad, pero que se ve nublada por estereotipos que son los que influyen en nuestra forma de ver las cosas, ejemplo de Maika, una mujer vasta, y de poco atractivo físico descubre una gran voz de contralto, y es una posible ganadora de esta edición. El aspecto de Maika sería lo que vemos y lo que nos hace desdeñar su realidad, en este caso su potencial cantar.
Un ejemplo que está más llevado a la cotidianidad, y no solo en el presente, si no a lo largo de la vida humana y en su futura existencia: ¿Percibimos todos los colores igual? Es un tema a debatir. Para los ojos expertos y entrenados, ya sean por un talento innato, por haber trabajado con colores, o como dicen varias personas, por ser mujer (Opinión con la cual discrepo) se pueda distinguir un mayor numero de colores, del rojo sacar miles de tonalidades (granate, burdeos, escarlata, etc), frente a los ojos de personas que utilizan los colores solo porque los perciben, que el rojo es rojo y todas sus tonalidades también. En este caso la vista nos engaña, porque nadie es capaz de ver la verdadera realidad de los colores, porque todos los vemos de una forma distinta, o si no que le pregunten a un daltónico.
La realidad es algo objetivo que poco a poco los hombres, y porque no decirlo, los animales lo hemos ido convirtiendo en algo subjetivo, tal es el caso que no podemos hacer nada sin los sentidos, porque los necesitamos para conocer y forjarnos una opinión visual y más tarde contrarrestarla con lo que verdad es, y nosotros desdeñamos de ser.
Y porque digo, pues sencillamente por una razón, han observado ustedes ya sea en la asamblea o a través de televisión, la cara de, los políticos elegido por los ciudadanos y, sobre todo la del portavoz del partido mayoritario, que solamente mirándole a la cara se sabe que esta mintiendo y no ve la realidad de lo que esta ocurriendo, pero es lo que hay, así lo veo y así se lo cuento.