Carmen Luna es una ceutí que hace más de 20 años comenzó a hacer arte en las barrigas de embarazadas en Ceuta. Todo comenzó cuando ella se quedó embarazada y se puso a pintar una pared entera con un Pinocho y una Blancanieves incluidos. Al ver que se le daba bien pensó que también podría hacerlo sobre la piel de las personas.
Así, se puso a realizar “maquillajes artísticos, maquillajes en cumpleaños y comuniones y me dijeron que probara en barrigas de embarazada”. Ella pensó que tenía que ser complicado, “porque pintas en un lienzo vivo, que se mueve” pero a la vez motivador. “Sabes que cuando estás pintando el niño lo está sintiendo y se está moviendo. Es una sensación súper placentera y súper bonita”, detalló Carmen.
Las cámaras de FaroTV pudieron acompañar a esta artista en una de sus sesiones de belly painting, como se le conoce a este arte, comprobando “la conexión madre e hijo” que se produce. Y es que, asegura Luna que “mientras yo estoy pintando, sé que a ella le relaja y al niño le relaja. El niño es como si contestara. A la vez que estoy pintando con el pincel, el niño me contesta y empieza a moverse porque se siente como agradecido de esa sensación”.
Al moverse el bebé, “hay pataditas que molestan un poco más”, pero “verlos que ellos se mueven a la vez que mi pincel es lo que me da las ganas de seguir pintando, y seguir pintando barriguitas”, agregó esta artista.
Una pintura especial para niños y embarazadas
Para dibujar en las barrigas de embarazadas no se puede utilizar cualquier material. “La pintura es especial para ellos. No se puede utilizar cualquiera. Es acrílica y son micropigmentos que al mezclar con el agua te da esta vida”. Asimismo, la mamá debe estar entre los 7 y los 9 meses de gestación “porque ya tienen la barriga formadita y hay un buen lienzo para pintar”.
Simba, el Rey León, dibujos de Disney e incluso Mickey y Minnie son los personajes más demandados para dibujar. Para comenzar, “primero le preguntas si es alérgica a algo, aunque normalmente no, para estar preparada. Y a partir de ahí, la siento y dejo volar mi musa. Base de lápiz y sobre esa base transformo lo que yo tenga en la cabeza o lo que ellas me pidan”.
Y es que, aunque Carmen tenga una base del dibujo, no habrá dos iguales. “Yo busco por ordenador las imágenes y conforme a eso lo voy transformando con lo que me viene a mi”, dándole así vida a su imaginación.
Normalmente, las sesiones de belly painting son regalos de amigas o familiares de la persona embarazada para que tengan un momento especial. Por ello, “no me gusta repetir dibujo, porque es un recuerdo muy bonito. Una cosa que se va a quedar grabada para toda la vida y el dibujo tiene ser especial y estar bien pintado. Yo lo siento, hay que vivirlo y sentirlo por dentro. No puede hacerlo cualquiera”, concluyó la artista.