Desembarcaron a dos inmigrantes marroquíes en las inmediaciones de Miramar, en Ceuta, y escaparon. La Guardia Civil pudo interceptar solo a uno de los magrebíes pero los pilotos huyeron en sus motos de agua tras cometer el delito. De haber sido detenidos, en el caso de no tener antecedentes, tampoco habrían terminado con sus huesos en la cárcel.
El negocio es redondo: más de 3.000 euros al bolsillo para quienes desprecian la vida de los jóvenes y menores, en su mayoría marroquíes, que solo buscan escapar de su país y que se arriesgan a morir en el intento. Los pasadores no tienen escrúpulos, si ven que pueden ser detenidos no dudan en arrojar al agua, como si fueran mercancía, a quienes solo suponen una carga.
El último servicio ocurrido en Miramar sucedió en la tarde de este viernes, pero a diario se produce una presión sangrante en las costas de Ceuta y Marruecos que también alcanza la Península. A las costas de Tarifa llegan a diario casi una veintena de inmigrantes en motos de agua. Los pases no solo se orientan al bordeo del espigón en minutos, sino que también se efectúan directamente a la Península. Las unidades del Servicio Marítimo y de los GEAS realizan servicios constantes únicamente dirigidos a ese cometido de evitar que el tráfico de inmigrantes vaya a más y que los traficantes sigan haciendo el verano a costa de poner en riesgo las vidas.
Hasta para fingir que en algo les importan se las ingenian: acostumbran a entregar un chaleco salvavidas al inmigrante buscando que, de esta forma, si son detenidos, la Guardia Civil no ponga por escrito en el atestado que existió riesgo para la vida. Se conocen al dedillo las leyes y también la forma de aminorar cualquier tipo de sanción judicial si se les detiene. El último piloto arrestado fue condenado a 5 meses de prisión, quedando la pena suspendida bajo el apercibimiento de no delinquir en un periodo de tiempo.
La Guardia Civil salva vidas a diario, en muchos casos choca con las cooperativas de marroquíes que logran por sus propios medios la moto para entrar en Ceuta, lo que evita que sea detenido el pasador.
Se lucha contra la delincuencia en el mar pero también en los despachos. La Benemérita está procediendo a la intervención de embarcaciones, casi todas motos de agua, por sospecha de tener relación con delitos al haber sido marcadas por el helicóptero en sus rastreos como por el SIVE. En esta misma semana se ha procedido al traslado de varias hasta la base del Servicio Marítimo.
Genial se prohíbe el uso de este tipo de vehículos por lo que ello conlleva en delincuencia, o se les pone un motor que tenga prestaciones de risa..
"Huesos en la carcel" cuantaa agresividad.
Hombre, mejor dejalos colgados en la percha de entrada, como se hacía en tiempos de la "mili" con las albaidas.