“¿Usted cree que voy a hacer daño a la madre de mis hijos?”. Con esta pregunta cerraba su derecho a la última palabra un acusado de malos tratos y amenazas a su mujer, el mismo que hace unas semanas pidió a la Policía Nacional que lo detuviera porque si no la iba a matar. Ante el titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta atribuyó lo ocurrido a una discusión pero negó que tuviera intención de agredir a su pareja o hijos.
Fiscalía pide que se le impongan 12 meses por cada uno de los delitos, además de ordenar alejamiento durante un periodo de 3 años. Considera que hay pruebas suficientes para enervar su presunción de inocencia ya que a pesar de que su pareja no quiso declarar y tampoco pudo hacerlo su hijo por edad, existen unas declaraciones de los policías actuantes que constatan lo ocurrido.
Para el Ministerio Público el hecho de que la mujer presentara un hematoma evidencia que ha habido malos tratos mientras que las testificales de los policías nacionales verifican que se produjeron esas amenazas sin existir dudas de que las manifestaciones iban dirigidas hacia la esposa, quien además las pudo escuchar perfectamente manteniendo que se produjeron dentro del hogar en el que ambos convivían.
La Defensa pidió la absolución de su patrocinado argumentando que la mujer no presentó parte de lesiones ni fue al médico por lo que no se puede verificar que el “chichón” que tenía en la frente fuera producto de una agresión ni que esta hubiera existido.
Acusado y su mujer no quisieron declarar
De igual manera mantuvo que las amenazas atribuidas a su cliente no se habían producido en presencia de la fémina por lo que no cabe la existencia de una consumación del delito al no hacerse de manera directa. El letrado hizo hincapié en la variación de las manifestaciones de los policías que intervinieron en este suceso.
Tanto acusado como su mujer no quisieron prestar declaración por lo que en la vista judicial celebrada solo se contó con las manifestaciones de agentes del CNP. Estos acudieron al domicilio porque el propio acusado, que se encuentra en prisión desde los hechos ocurridos a finales de este pasado junio, llamó. A la llegada de los policías les manifestó de manera espontánea que le tenían que arrestar porque si no iba a matar a su mujer e iba a pasar algo más.
Las diferencias entre las manifestaciones de los agentes se basaron en que uno mantuvo que esa confesión espontánea se produjo en una dependencia completamente distinta a donde estaba la mujer mientras que otro indicó que la fémina estaba cerca y pudo escucharla.
Todos coincidieron en que no fueron testigos de una agresión pero la supusieron. Discreparon en sus manifestaciones a la hora de concretar si la amenaza la confesó a los agentes solo o la hizo en alto a sabiendas de que su pareja estaba enterándose de todo y por tanto era receptora directa de la misma.
El juicio quedó visto para sentencia.