Un total de 45 ONG amazigh (bereberes) marroquíes y de la diáspora (establecida en Europa y en el continente americano) pidieron al rey de Marruecos Mohamed VI reconocer el "Yennayer" o el Año Nuevo Amazigh, que se celebra el 13 de enero cada año, como día festivo oficial.
El “Yennayer”, es el primer día del año calendario agrario utilizado desde la antigüedad por este grupo étnico radicado en el país del Magreb.
En una carta abierta dirigid al rey de Marruecos, en árabe, los que abordan esta iniciativa recuerdan el carácter importante de este idioma, el amazigh, reconocido como lengua oficial en la Constitución de 2011; con el paso del tiempo insistieron sobre la necesidad de declarar este día como “fiesta nacional” y “feriado pagado”:
Rachid Raha, presidente de la Asamblea Munidal Amazighe, detalla en la carta presentada a Mohamed VI: "Además de su fuerte simbolismo (el nuevo año amazigh) consagrará y restaurará el renacimiento de la Amazighidad de acuerdo con el espíritu y la filosofía de la constitución y en armonía con los discursos de Su Majestad" según relata la agencia EFE.Y es que el próximo viernes se celebra el año 2973 de este calendario calendario tan antiguo, que corresponde al primer día del calendario agrario, usado por los bereberes durante siglos para empezar sus actividades agrícolas.
En los últimos diez años, Marruecos ha empezado a introducir esta lengua bereber en instituciones como el Parlamento y Administraciones Públicas.
Este martes, el presidente del Gobierno, Aziz Ajanuch, que es bereber, presidió un acto en el que se anunció oficialmente la activación del este idioma en la administración pública en el que se firmaron varios convenios ministeriales al respecto.
Entre las medidas firmadas figura movilizar a 460 funcionarios en la recepción para la atención al público (en las tres vertientes del bereber en tarifit, tachelhit y Tamazight) en los sectores de sanidad, protección social, justicia, juventud, cultura y comunicación.
El bereber, que cuenta con su propio alfabeto, el "tifinagh", es un idioma hablado por millones de personas originarias del norte de África y el Sahel y, según estimaciones oficiales, es la lengua materna de un tercio de la población marroquí.