La Guardia Civil siempre ha sospechado del empleo de pateras de pesca de Marruecos para introducir inmigrantes en Ceuta. Constituyen, de hecho, uno de los camuflajes idóneos para acercar a zonas como las del Recinto o Desnarigado a quienes buscan acceder irregularmente a la ciudad.
En el marco de los operativos dispuestos precisamente para mermar ese modus operandi asociado a la inmigración clandestina, la Guardia Civil ha detenido a dos pescadores de Marruecos en el momento en que, de madrugada, dejaban a tres súbditos del vecino país en las inmediaciones de la Potabilizadora.
El Servicio Marítimo fue alertado de la presencia de una embarcación sospechosa, la siguió y dio con la operativa que estaba desarrollando. Tanto los dos pescadores como los tres inmigrantes que eran desembarcados fueron interceptados y presentados ante la autoridad judicial. Los primeros por incurrir en un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, y los otros como testigos del pase abortado.
Condena dictada en Instrucción
Tal y como ha podido confirmar El Faro por fuentes judiciales, se ha dictado condena de 1 año de prisión para cada pescador, pena que queda suspendida durante un periodo de tres años. Los dos, junto con los tres inmigrantes, fueron retornados a Marruecos y la patera de pesca usada para la comisión del delito quedó intervenida.
Ambos, al ser presentados ante el juzgado de guardia, reconocieron el delito y aceptaron las penas por conformidad.
No es la primera vez que se lleva a cabo este tipo de servicio, coinciden de hecho otras actuaciones tanto en las zonas de desembarco como en la cantidad de interceptados. Los inmigrantes se tumban en la patera y los pescadores intentan acercarlos a puntos con menor vigilancia tapándolos durante la travesía con las redes de pesca o toldos.
Así se explica la localización de nadadores en puntos a los que resulta imposible llegar después de haber bordeado el espigón, deben contar con ayuda externa como sucede en varios de estos casos.