El personal de RTS Diálisis en Ceuta no ha sido vacunado ni se encuentra incluido en los grupos que vayan a recibir dicha vacuna contra el COVID-19, algo que genera inquietud en un sector que ha sido uno de los principales afectados por la pandemia. Y es que fueron más de diez pacientes los contagiados de coronavirus, hubo un fallecimiento y hasta 4 sanitarios terminaron contagiados. El número de aislados ha sido cuantioso, hasta el punto de que prácticamente toda la clínica vivió de alguna manera un periodo de confinamiento producto de contactos con positivos, aunque nunca llegó a ser cerrada por Sanidad.
Ahora, mientras que otras entidades de la Ciudad ya han sido vacunadas desde sus profesionales a pacientes con al menos la primera dosis, en el caso de Diálisis no han recibido notificación alguna ni tampoco se les ha incluido en programas. La respuesta que reciben siempre es la misma, se les indica que no se preocupen y que se les tiene en cuenta, pero lo cierto es que ni por parte de la Ciudad ni de Ingesa han recibido notificación alguna ni, a la vista está, han sido considerados grupos de riesgo. Este servicio es concertado con Ingesa y los pacientes son de alto riesgo además de que muchos de ellos son ya de edad avanzada.
Ante la pandemia se encuentran desprotegidos por parte de la ciudad ya que consideran que nadie se preocupa por este servicio tan importante y que tiene una función clave. Solo se reclama que se les incluya dentro del programa como sanitarios al prestar un servicio tan determinante.
Diálisis se queja, como antes otros colectivos tales como veterinarios o funerarios.
Concretar los aspectos relacionados con la campaña
El grupo de trabajo que el Área de Salud Pública de la Ciudad y el Ingesa han creado para concretar todos los aspectos relacionados con la campaña de vacunación frente a la COVID-19, se ha reunido en el Palacio Autonómico para, siguiendo la Estrategia Nacional de Vacunación, coordinar las siguientes etapas de este proceso en Ceuta, que recibirá esta semana 2.940 nuevas vacunas, y de ellas, 400 dosis producidas por la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford.