En toda historia trágica siempre queda un hueco para la esperanza. El
incendio forestal que ha quemado más de 60 hectáreas entre Calamocarro y Benzú se ha llevado por delante muchísima flora y fauna con alto valor ecológico. Vegetación, aves, animales autóctonos y de paso han perecido en las llamas de un
incendio que ya investiga el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Pese a todo este daño -que aún queda por determinar y cuantificar-, existen buenas noticias que contar. Este es el caso de un perro encontrado por el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) de Ceuta logró encontrar en una alberca cerca de la zona afectada por el incendio y que se mantenía con vida, a la espera de que alguien pudiera rescatarlo. “Estábamos haciendo labores de refresco por la zona –vigilando áreas que han sido afectadas por el fuego y evitar que se reavive echándole agua- y encontramos detrás de unos matojos una alberca”, cuenta Francisco Méndez, el bombero que vio al cachorro, que tenía unos tres meses. La alberca tenía una altura de un metro y medio, por lo que los trabajadores apuntan a que podría haberse caído “hace semanas” y haberse quedado atrapado ahí. Junto al can que sobrevivía quedaban los restos de otros dos perros que, lamentablemente, habían fallecido por inanición o por el fuego, ya que había cenizas dentro de la piscina. Tras esta situación, y valorando la alerta por rabia que existe en la ciudad, los bomberos decidieron dar aviso a la central del SEIS para que se hiciera cargo del pequeño. “El agente forestal pudo rescatarlo y se lo llevó para que recuperase un poco de forma”, comenta Méndez, detallando que el perro estaba “muy escuálido” por lo que podría no haber probado bocado en semanas.