‘Un policía local muerto y otro herido cuando perseguían a un delincuente’. Este era el titular de la portada de El Faro de Ceuta de julio de 1993. Un 25, Santiago, se producía un terrible accidente que marcó para siempre al cuerpo municipal. Juan Carlos Arriaga Gómez moría en acto de servicio tras caer de 25 metros de altura cuando perseguía junto a un compañero a un ladrón. Tenía 26 años de edad y llevaba solo seis de servicio. Hoy se cumplen 29 años de su muerte y sus compañeros de la Policía, aquellos que compartieron jornadas de trabajo con él lo siguen recordando.
Tanto Arriaga como su compañero, José María Martín, perseguían a un ladrón por la barriada de Juan Carlos I. Había robado dentro de una casa y, tras subirse a la azotea, emprendió la huida. Los policías corrieron tras él junto a más miembros del Cuerpo. Al pasar por una de las claraboyas esta cedió y ambos policías cayeron al vacío. Arriaga murió y su compañero resultó gravemente herido. Las lesiones fueron gravísimas y aunque se le trasladó rápidamente al Hospital Militar, nada se pudo hacer por salvar su vida.
El 25 de julio de 2018 sus compañeros de la Policía Local mostraban una placa en recuerdo al compañero, poniendo flores y guardando un minuto de silencio. A la entrada de las dependencias policiales, siempre simboliza el recuerdo al compañero que falta, al compañero que perdió la vida en acto de servicio demasiado joven, en un lugar fatídico.
El accidente se produjo al caer de una claraboya en Juan Carlos I pero no ha sido el único de la misma manera. A finales de los años noventa un menor también fue víctima de una caída similar cuando jugaba con otros niños en la azotea y se precipitó al vacío al pisar una de las claraboyas.
Toda la razon, esto demuestra que los funcionarios para la administracion no son mas k un numero, los contratistas, politikos y demas dan dinero y poder...el asunto es ese....pero k menos k despues de tantos años una calle a su nombre😔
A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, muchos corazones en el mismo ataúd, La muerte no es el final.
Buen compañero y mejor persona, se le echa de menos. Y al señor Vivas le digo que a este funcionario se le hizo un reconocimiento gracias a la asociación San Urbano . Es de vergüenza política que no le hayan propuesto para nombrar una calle, cuando se ponen bustos en ciertas plazas o colocan placas e ciertas calles a todo tipo de personas que no han hecho otra cosa que ser de una ideología política o amistad o por compromiso cultural. “Esa es la valoración que le da la clase política a la policía local”
Mejor dicho imposible. Apoyo sus palabras.