De un tiempo a esta parte las quejas por el estado de suciedad y abandono de distintos puntos de la ciudad se multiplican. No hay día en el que no alce la voz alguna asociación o vecino, de manera particular, para protestar por la peor de las apariencias de su punto residencial.
En esta ocasión han sido varios los vecinos del Recinto los que se han sumado para trasladar una queja a El Faro, poniendo de manifiesto que disponen del peor mirador.
“Hay suciedad en las aceras de un lado y de otro, farolas sin tapaderas y asomando los cables, montes llenos de basura y escombros. Es penoso y todo esto ocurre a partir del Molino hasta el depósito del agua”, exponen.
Farolas, escombros...
Lo de las farolas sin tapaderas reflejan un riesgo potencial sobre todo para los más pequeños. Lo de las aceras es algo que carece de explicación al menos fundamentada, ya que la suciedad es de días. Y las basuras y escombros van formando un montículo en el propio mirador, sin que nadie proceda a su retirada.
Hacen un llamamiento a los servicios municipales para que intervengan, aunque son conscientes que detrás de esta problemática -o de buena parte de ella- están los incívicos que en vez de depositar los escombros donde deben los arrojan por este punto, al igual que basuras.
En limpiezas llevadas a cabo en la zona se ha llegado a retirar no solo pilas de basura y escombros sino también restos tan llamativos como enseres del hogar y piezas de coches. Por estas inmediaciones uno puede toparse con restos de todo tipo, hasta piezas incluso de vehículos.
Esta queja vecinal remitida a este periódico se suma a otras de otros ciudadanos de nuestra ciudad, que expresan su malestar por el abandono y suciedad que la Ciudad tiene con ellos.
Las basuras, escombros, piezas de coche, y otras lindezas que llenan nuestros montes, campos, solares y calles en general no se tiran solos, no tienen patas y no tienen vida propia para arrastrarse hasta esos lugares por lo tanto la culpa de toda esta situación es de las perosnas que los tiran. No hay que mirar a otro lado cuando se vean estas situaciones, hay que llamar a la policía y denunciar. Lo mismo ocurre con las cacas de los perros, no son responsabilidad de los animales si no de las personas que los sacan a pasear. Hay que denunciar, señalar, ponerle la cara colorada a los guarros de esta ciudad que los hay a montones. Yo desde que tengo perro soy mucho mas critico con este tema sin embargo, el viernes pasado recrimine a alguien que abandono la caca de su perro en plena calle Real y el tipo amarro el perro para pegarme, ante lo cual tuve que huir del lugar con el rabo entre las piernas, valga la expresión. La gente es muy guarra y muy maleducada.