Como viene siendo recurrente desde hace seis años, la Policía Local tuvo que acordonar ayer de nuevo parte de los Jardines de la Argentina tras la caída de varias ramas de gran porte de los árboles centenarios que allí se encuentran.
Por fortuna, una vez más no hubo que lamentar ningún tipo de daños personales, ya que el paraje se encontraba prácticamente desierto a primera hora de la tarde.
La Ciudad se ha enfrentado en repetidas ocasiones desde 2017 a este tipo de incidentes, en ocasiones de forma muy aparatosa como cuando sufrieron directamente las consecuencias los garajes de los autobuses urbanos.
La situación no puede seguir estando al albur de la fortuna para no tener que llorar males mayores si algún día el suceso tiene como víctima directa a alguna persona, por lo que un lustro después de la actuación que se encargó a Tragsa para dar “vitalidad” a los ejemplares centenarios de esa zona (también ubicados en los vecinos Jardines de Rosende, el IES Siete Colinas, etcétera) la administración debe asegurarse de que realmente no existe ningún riesgo evitable y, si es así, tomar las medidas correctoras preventivas necesarias cuanto antes mirando por el interés general y la seguridad de toda la población.