“Sería deseable mantener una actitud muy atenta y vigilante en los puntos más sensible y propicios para la entrada de inmigrantes nigerianos como son los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta y Melilla, así como el resto de dispositivos de recepción y acogida repartidos a lo largo de toda la costa sur española”. Esa es una de las conclusiones que el abogado Alfredo Campos, que trabajó en el equipamiento de El Jaral hasta hace algo más de cinco años, alcanza en ‘Cultos y fraternidades en Nigeria: de la universidad al crimen organizado’, el trabajo de investigación que acaba de publicar el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) del Ministerio de Defensa.
En el trabajo ofrece una panorámica sobre la formación y evolución de esos grupos y sobre “la seria amenaza que constituye para las sociedades europeas” el fenómeno de las sociedades secretas, hermandades o cultos secretos del sur de Nigeria, “un movimiento que nació en el ámbito universitario en los años cincuenta recogiendo la tradición de las hermandades estudiantiles norteamericanas y que en la década de los ochenta mutó transformándose estos grupos en peligrosas y violentas organizaciones que controlan el mundo del crimen organizado incluyendo los círculos de trata de personas”.
Campos ha querido poner el foco sobre esas redes “sin presentar a todo migrante nigeriano como miembro de ese tipo de estructuras” pero alertando de que “no se les presta toda la atención que merecen ni con la perspectiva global que requieren”, según explicó ayer en declaraciones a El Faro.
Estas sociedades criminales germinaron en Nigeria por su inestabilidad y violencia
Según Campos, estas sociedades criminales han germinado especialmente en Nigeria gracias al “marco de inestabilidad y violencia permanente” que en ese país ha facilitado “el progresivo debilitamiento de la autoridad estatal”. La “militarización” del país, la “institucionalización de la violencia”, su instrumentalización por parte de líderes políticos de todo signo “como milicia particular contra grupos opositores” han sido otros factores que han ayudado a echar leña al fuego.
“Actualmente se desconoce el número exacto de confraternidades que operan en Nigeria [Bucaneros, Piratas o Martillo Negro son algunas de las principales] pero algunas estimaciones apuntan a varios centenares, la mayor parte localizadas en el sur del país”, señala Campos, que cree que se trata de “una poderosa amenaza para la seguridad dentro y fuera de Nigeria”, ya que la emigración “ha provocado que estos grupos extiendan su ámbito de actuación más allá de las fronteras” de su país de procedencia.
La aceleración de los flujos migratorios ha abierto "un nicho de negocio"
La aceleración de los flujos migratorios desde Nigeria hacia Europa ha abierto “todo un nuevo nicho de negocio para este tipo de organizaciones”, asentadas sobre todo en España e Italia, gracias a “lucrativas actividades delictivas como la trata con fines de explotación sexual”.
El número de nacionales nigerianos que ha pasado por el CETI de Ceuta llegó en 2008 y 2009 a superar las 60 personas cada uno de esos ejercicios. Desde entonces ha ido cayendo hasta 4, 2, 3 y 3 los cuatro últimos años. En 2014, la Policía Nacional desarrolló en el CETI una operación contra una organización nigeriana dedicada a la trata de mujeres que llegaban a ser marcadas con tatuajes como señal de ‘pertenencia’ a un clan.
Los cultos secretos que analiza Campos se dotan a sí mismos de “toda una simbología y parafernalia” y sus miembros “a menudo se ven obligados a hacerse determinados tatuajes u otras formas de decoración identificativa como perforaciones o escarificaciones, estas últimas más frecuentes en el caso de las mujeres”.
Pues que pongan otra vez en el santo y seña
AHORA.No sé, siempre llegamos tarde; hace decenas de años que la policía nacional española vienen avisando de este problema,sobretodo porque se percataron del traslado sufrido por etnias que vivían del tráfico de estupefacientes hacia emigrantes de nacionalidad Nigeriana, los cuales utilizaban todo tipo de violencia, incluso la inimaginable, para hacerse con el control del tráfico.Por supuesto, aquí no se habla del problema que significa Boko Haram , y su violencia manifiesta contra las mujeres de su nacionalidad y cristianos de cualquier nacionalidad y de ambos sexos. Tarde, ha llegado el informe tarde, pero como procede del IIIE del Ministerio de Defensa ahora se tomará cartas en el asunto, pues bien el problema ya está integrado en la sociedad española y su extirpación no pasa sólo por estudios , es hora de tomar cartas y, a ser posible,sin ambages.
Aunque en estos días pasa por momentos difíciles, el que fuera Delegado del Gobierno en Ceuta, señor Moro, pronunció estas palabras cuando estaba en Ceuta: "En Calamocarro hay mucha manzana podrida; un 30 % de los inmigrantes, de procedencia anglófona es muy peligrosa. A los anglófonos les gusta la vida fácil, el trapicheo con la droga y la prostitución". Recuérdese que los nigerianos son anglófonos. Parece que el señor Moro no se equivocaba. La inmigración masiva se les ha ido de las manos. Se la han tomado a título de inventario. E irá a peor, pues estos africanos de la negritud y los arabo-islámicos son poco dados a doblar la espina y ponerse a trabajar. Suelen vivir de lo que dijo el señor Moro: vida fácil, trapicheo con la droga y la prostitución. No nos arrepentiremos lo suficiente de haber abierto las fronteras a la inmigración masiva. lloraremos lágrimas de sangre. Nuestros descendientes se preguntarán cómo pudo suceder. A los culpables de esta ruina les debería esperarar el banquillo en un Tribunal Penal por traidor a su cultura, a su país y a su civilización.
España está poniendo su futuro en peligro,no todo vale la inmigración tiene que ser controlada y muy vigilada,hay que sacar leyes de control, Ceuta corre un grave peligro y España y Europa van al desastre, ejemplo las mafias rusas y los latín king, aquí no hay quien viva
Y si encima también es esto...que hacemos? Devolución de todos ya! Pero ya! No sabemos lo que estamos metiendo en nuestra ciudad, y ya no vale el cuento de pobrecitos...