Es el equipo Pegaso. La unidad especializada de la Guardia Civil que tiene a sus espaldas el mérito de haber cooperado activamente en el punto y final al negocio de los narcodrones en Ceuta.
El tráfico de hachís y otro tipo de drogas empleando elevadores se hizo fuerte entre fronteras con motivo de su cierre por pandemia pero también lo fue en el entorno del centro penitenciario generando una gran preocupación en la dirección de la cárcel por las entregas pretendidas a los presos.
Los tres componentes de esta unidad tienen en su encomienda la detección de drones, su inhibición además de una vigilancia que resulta clave tanto en la costa como el perímetro, erigiéndose así en esa alerta temprana que necesitan las demás unidades para reaccionar con rapidez.
El sargento primero Laarbi, al frente del equipo Pegaso constituido en 2019, pone rostro a la Policía Especialista en Gestión Aeronáutica y de Seguridad Operacional. Es quizá la unidad más desconocida pero sin duda se ha convertido en una pieza clave para que la máquina del control debido en la Guardia Civil funcione como debe, con un engranaje perfecto.
“El equipo Pegaso es el acrónimo de Policía Especialista en Gestiones Aeronáuticas y Seguridad Operacional. Básicamente se dedica al control, supervisión y vigilancia de todo lo que tiene que ver con drones y aviaciones ligeras”, explica a FaroTV.
Su creación, en 2019, no es casual. Los delincuentes hallaron en los drones el apoyo que necesitaban para intentar burlar a las fuerzas de seguridad. Se reaccionó entonces contra este tipo de prácticas hasta anularlas.
“Hubo un aumento y venta de todo tipo de drones. Antiguamente los drones se utilizaban para fines industriales, comerciales, audiovisuales… Sin embargo en 2019 y sobre todo en pandemia tuvo mucho más uso. No se podía salir a la calle por lo que se empezó a utilizar esos aparatos para fines delictivos tales como la introducción de sustancia prohibidas a centros penitenciarios y cruces de frontera no autorizados por vía aérea, lo cual ha hecho que se intensifiquen los servicios por parte de la Comandancia de la Guardia Civil”.
La unidad Pegaso dispone de sistemas de detección e inhibición que trabajan constantemente y reaccionan ante cualquier tipo de intrusión de drones.
“Para empezar en Ceuta no se puede volar drones con carácter lúdico, recreativo y deportivo porque se encuentra en una zona restringida y está prohibido todo tipo de vuelos con RPA que no esté autorizado. Solamente pueden volar los profesionales y para ello deben contar con una serie de autorizaciones por parte del Ministerio de Defensa, del Ministerio de Medio Ambiente, helipuerto y del Ministerio del Interior, todo lo que no se ajuste a eso está totalmente prohibido. Por lo tanto cuando los sistema de detección captan cualquier dron, tanto nosotros como del Cuerpo hermano, tienen que acudir para ver si procede o no procede ese vuelo. Lógicamente si es un vuelo que procede del extranjero automáticamente se entiende que es un dron dedicado a fines ilícitos”, explica el responsable.
Fue así como se terminó con un fenómeno delincuencial que se había convertido en una auténtica pesadilla y que dio pie a dos operaciones contra organizaciones que sustentaban el negocio de los narcodrones. A Marruecos se trasladaban pastillas mientras que a Ceuta llegaban pequeñas cargas de hachís.
“Debido a la intensificación de los servicios llevada a cabo por la Comandancia, prácticamente se ha erradicado el fenómeno narcodrón porque en los últimos meses apenas se ha registrado avistamiento de drones que crucen el perímetro de forma irregular o que se aproximen al centro penitenciario. Prácticamente podemos decir que está erradicado, gracias sobre todo a los servicios que se han llevado a cabo”.
Además de la inhibición, el equipo Pegaso desempeña un papel importantísimo en la vigilancia y control. Ceuta cuenta con uno de los drones adquiridos específicamente por la Dirección de la Guardia Civil para vigilar valla y costa.
“El uso de esta plataforma ha supuesto un antes y un después. Son muy versátiles, muy eficaces y la Comandancia en su empeño por llegar a la excelencia en la prestación de los servicios ha adquirido esta plataforma para que pueda desempeñarse de la mejor forma posible. Sobre todo aquí en Ceuta, en donde todos sabemos cuál es la casuística que es la del tráfico de drogas y el tráfico de seres humanos a través del perímetro fronterizo y del litoral de toda la geografía ceutí”, detalla.
Ante cualquier intento de entrada masiva estos medios suponen un apoyo clave por la anticipación, ofreciendo imágenes de lo que puede estar pasando hasta un radio de 8 kilómetros, una visión que antes de la incorporación de estos medios era inviable.
“Es un medio de alerta temprana ya que se pueden observar grupos de personas a más de ocho kilómetros de la frontera. Eso le da al mando la posibilidad de decidir con antelación sobre la forma de actuar y cómo hacer frente a la amenaza que se está produciendo”.
Información, imágenes al momento y tiempo. Esa combinación es la perfecta para que la Guardia Civil reaccione y disponga de datos hasta hace poco imposibles.
Datos como los alusivos a qué sucede en las vaguadas, lo que llegó a ser un quebradero de cabeza en los intentos de entrada masivos por el factor sorpresa que suponía toparse con un número de inmigrantes que había pasado desapercibido ante cualquier tipo de control desarrollado.
Pegaso ha sido una unidad que vino para quedarse y cuyos resultados la convierten en necesaria aunque sea una de las grandes desconocidas.
Las cifras y estadísticas publicadas ayudan a conocer la dimensión del problema que se estaba produciendo en Ceuta. Solo en un año la Benemérita inhibió más de 150 elevadores cargados de droga. Esos son los aparatos que después fueron localizados, con o sin la mercancía, lo que no significa que haya habido muchos más ya que varias de las inhibiciones conllevan que el dron termine cayendo en territorio marroquí y por tanto el decomiso es inviable.
En el caso de la cárcel, llevó a que la dirección tuviera que hacerse con su propio inhibidor para cooperar en ese trabajo constante que estaba llevando a cabo la Benemérita al objeto de evitar que llegaran a manos de los internos no solo drogas sino también teléfonos móviles como llegaron a interceptarse.
Gracias al equipo Pegaso además de a los investigadores, la Guardia Civil pudo asestar dos duros golpes a organizaciones perfectamente estructuradas que se nutrían de estos aparatos para ejercer el tráfico de sustancias estupefacientes aunque existía el temor de que pudiera derivarse su uso a otros fines.
La Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta es una de las dotadas con estos medios para perseguir el auge de determinadas actividades delincuenciales. En diferentes puntos de España hay repartidos unos 60 aparatos, aunque en el caso de Ceuta es una de las áreas que está mejor dotada por su casuística particular.
El Ejército de Tierra no ha querido pasar por alto la heroica acción de tres…
Un grupo de profesores interinos de Ceuta se ha pronunciado este domingo tras las recientes…
La magia de la Navidad ha llegado a Ceuta de la mano de Papá Noel…
La Asociación de Vecinos de Parques de Ceuta ha recibido con alegría y entusiasmo la visita, en su…
Los campos del Príncipe Tuhami Al Lal y Aiman Aomar de Ceuta han acogido este…
Ya lo dijo Don Miguel de Cervantes, en su famosa obra “Don Quijote de la…