Nuestra querida Virgen de los Mares, salió por el pórtico de la Iglesia de África, donde se leía: Madre y Patrona, en latín, y el Himno Nacional arrancó sus acordes, con los aplausos de la concurrencia, que daba pie a las primeras lágrimas, por ver a esa bella imagen con el niño Jesús. Estaba en una embarcación blanca con la inscripción en la popa de Virgen del Carmen, todos quedamos prendados por la forma como era transportada nuestra veladora de nuestros hombres de la mar, y cuando la banda de música empezó a interpretar la Salve Marinera y todos los que la llevaban, en muestra de gratitud, levantaban sus brazos para ofrecerla a todos los allí presentes fue un jubileo tan grande, que ya nuestras emociones quedaron plasmadas en una oración profunda de gratitud hacia aquellas mujeres y sus valedores que estaban en aquellas andas dando ese cortejo y esas ganas por nuestra querida y amada Virgen del Carmen, y seguía el movimiento y parecía que estaba contando a todos sus hijos presentes, ya que la devoción estaba allí para decirle: "Guapa, guapa, guapa".
Mis sentimientos se desbordaban
Mis lágrimas daban ese carisma
De una bella imagen sagrada
Te acompañamos y estuvimos a tu lado.
Ya que todo era muy Sagrado.
Y la mar te esperaba.
Con un gentil día de calma.
Esperando a su madre buena
Que tocara sus frescas aguas.
No faltaron nuestras autoridades que te escoltaban, ya que todo lo que hagan por ti, es poco.
Y allá en todos los lugares de nuestra querida Playa de la Ribera, te esperaban para acompañarte y estar presentes, para auxiliarte en cualquier eventualidad.
Te queremos Virgen del Carmen y lo sabes.
Cuántas de nuestras mujeres han recibido tu presente, y el nombre de Carmen es testigo de que todos estamos contigo.
Y te fuiste de nuevo, hacia tu templo, pero te damos gracias, por todo lo que haces por nosotros.
Gracias mi Virgencita.
Que aunque seas viejita.
Todos te decimos: Guapa.
Y no es por simpatía.
Sino es por quererte en demasía.






