Los que rondamos los sesenta y fuimos al colegio de la Normal sabíamos que a la entrada de las clases había que formar para cantar canciones del antiguo régimen y rezar lo que estaba estipulado por la dirección provincial de cultura de la época. En aquella escuela de la dictadura había profesores extraordinarios que nos enseñaron conceptos que muchos de nosotros recordamos.
Uno de ellos, D. José Acosta Larios, no enseñó lo que era ser un patriota. Nos dio una clase magistral y nos enseñó perfectamente lo que era ser un buen patriota. La clase empezó con una pregunta a los alumnos ¿Quién sabe lo que es ser un buen patriota o español? Cada alumno decía en voz alta lo que pensaba o entendía. Unos, el que sabe bien el himno de España; otros, el que defiende bien al país. Eran un sinfín de ideas que íbamos despachando los alumnos, aunque ninguno nos acercamos a la verdadera definición.
Terminada la exposición de ideas por aquellos alumnos, D. José Acosta, dijo “Patriota es, entre otras cosas, el que recoge un papel del suelo y lo tira a la papelera; el que ayuda a una señora mayor a cruzar la calle; el que se levanta para trabajar todos los días; el que se esfuerza en estudiar; el que no roba, el que es buena persona, el que quiere que su país sea mejor”. Esa definición -no literal- porque han pasado muchos años, fue la mejor definición que he escuchado de ser un buen español o patriota.
Sembrar odio y mentiras para perjudicar a los demás y a tu país dista mucho de ser un buen patriota, aunque te hagas un traje con la bandera de España. No lo es, sobre todo, cuando la mentira no deja lugar a dudas y, a pesar de ello, te esfuerzas en esputar basura por la boca o hacer correr por las redes sociales porquerías antipatrióticas.
"Sembrar odio y mentiras para perjudicar a los demás y a tu país dista mucho de ser un buen patriota, aunque te hagas un traje con la bandera de España"
¿Y por qué digo esto? He visto por las redes una suplantación del Twitter de la periodista Elisa Beni. El putrefacto texto no deja la mínima duda de su falsedad, pero la verdad no importa cuando se trata de hacer daño a las personas y crear crispación entre los ciudadanos con poca sesera. El texto que viene acompañado con la foto de la periodista es el siguiente “ES INTOLERABLE DEFENDER QUE UNOS NIÑOS INOCENTES SEAN EXPULSADOS DEL PAÍS POR VIOLAR A UNA CHICA. ELLOS VIENEN DE OTRA CULTURA DIFERENTE Y NO SABEN QUE ESO ESTÁ MAL, LO TENEMOS QUE COMPRENDER Y RESPETAR. LA ESPAÑA PROGRESISTA NECESITA MULTICULTURALISMO: DIVERSIDAD SIN FRONTERAS”.
Hay que ser bobo para creer que el texto es cierto, pero la verdad no les importa, ni al que lo escribe ni al que de forma cobarde y ruin las hace circular por WhatsApp y plataformas. Se trata de sembrar odio sobre los inmigrantes y las personas que no piensan como ellos y, por supuesto, aprovechan para calificar de antiespañola a la periodista.
Lamentablemente este tipo de gente no fue a la clase de D. José y la verdad tampoco les importa, porque piensan que los españoles somos imbéciles.
Más son los que están todo el día con lo de las redes sociales y no saben coger un libro, pasear o ver una buena película,
O hablar con su familia o con sus amigos.