De nuevo, ha sido la zona la de Benzú la que ha protagonizado el intento de pase de casi 300 subsaharianos que intentaron atravesar el perímetro a la carrera. Esta vez, a diferencia que del pasado mes de agosto, no lo lograron y se quedaron en el intento, ya que las autoridades marroquíes lograron frenarlos.
Ha sido el primer intento de entrada masiva de este año, por un punto que parece ser que ahora resulta más atractivo o más permeable, aunque en esta ocasión se ha demostrado que no.
Este nuevo capítulo en el perímetro que separa España con Marruecos no es más que un reflejo de la presión migratoria que se vive en la Frontera Sur de Europa y que sigue generando un debate en el que parece no hallarse solución.
Además, este intento de pase coincide con las declaraciones vertidas desde la Ciudad en las que cuestionó la política migratoria que sigue Marruecos y la defensa que hace del perímetro. Lo cierto es que esta vez funcionó y los inmigrantes no lograron cruzar hasta territorio español.
También es el primer intento de entrada desde que se conformó el nuevo Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, donde se ha producido, al menos, una devolución en caliente.
Aprovechando este suceso, ¿se pondrá otra vez el debate de las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla sobre la mesa del Congreso? ¿Será este nuevo gobierno de coalición el que, de una vez, se pronuncie al respecto?
Por ahora, nada ha cambiado. Marruecos ha hecho su función y no ha pasado nada más. Lo de los derechos humanos es otro tema, que si no entran en lo de las devoluciones, tampoco creo que se indague más sobre el paradero, ahora, de estos inmigrantes.