La Consejería de Sanidad publicó ayer el Decreto que regula los últimos detalles de la celebración de Eid Al Adha, la Pascua del Sacrificio, este año, cuando será festivo laboral el 9 de agosto. La festividad se desarrollará este año con su organización externalizada integralmente por primera vez, otro paso del Gobierno de Ceuta para su normalización total en lo que a infraestructuras, normas, etcétera, se refiere de cara al futuro.
Las carpas que antaño dejaban más que desear dejarán paso a mataderos móviles con todos los requerimientos sanitarios y todas las exigencias de la comunidad musulmana. El transporte de animales en vehículos privados queda expresamente prohibido, con lo que también se evitarán escenas que debían quedar en el pasado cuanto antes.
El objetivo compartido por todos debe ser que la fiesta transcurra con absoluta normalidad, desde la llegada de las cabezas de ganado hasta su sacrificio cumpliendo con la normativa vigente pasando por su estabulación temporal y transporte a mataderos o domicilios.
Los celebrantes deben cumplir con los requisitos que ha puesto la administración con ese propósito y la adjudicataria de la preparación y desarrollo de la Pascua, hacer una gestión que manteniendo la esencia de la fiesta mejore su ejecución práctica.
Esa será la mejor forma de animar a quienes son algo reticentes a utilizar equipamientos como los que se van a instalar en Ceuta por primera vez (pero que ya se utilizan en múltiples puntos de Europa) a hacerlo.
También de laminar las aspiraciones de quienes han querido hacer de una celebración de todos los ceutíes, como las de los creyentes de cualquier otro credo, un motivo de enfrentamiento y confrontación social.