En el primero de los juicios celebrados en la mañana de ayer en la sala de lo Penal número 2, se saldó con conformidad, de ahí que el acusado, que responde a las iniciales de R.G.G., aceptara la petición del Fiscal y por ende pasará los próximos cuatro años en prisión además de abonar una multa de 119.216 euros, cantidad económica que coincide con el valor de la droga que se le incautó en el preciso momento en el que fue detenido.
En concreto, el hombre fue sorprendido a las diez y cuarto de la noche del pasado 27 de octubre de 2011 cuando los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado que operan en el Puerto de Ceuta advirtieron que escondía en el vehículo que conducía una cantidad de hachís de 83 kilos cuyo índice de pureza oscilaba entre los porcentajes 11,39 por ciento el mayor y 8,81 por ciento el menor.
Según quedó probado ayer, el hombre reconoció que era sabedor de la droga que portaba con intenciones de hacerla llegar a la Península y que ésta se escondía en el salpicadero y en el interior de una rueda de respuesto ubicada en el maletero de su coche, marca ‘Hyundai’.
La patología mental que padece rebajará la condena
Un juicio celebrado ayer en la sala de lo Penal número 2, en el que se trataba de dirimir si una mujer, con problemas mentales, incurrió en un delito de atentado, quedó visto para sentencia después de que a lo largo del pleito se escuchara la versión de la acusada, cuyas iniciales son Y.A.A.L., así como la de un agente de las Fuerzas de Seguridad del Estado y la de una experta en medicina que trata a la mujer de su patología.
Los hechos, que acaecieron el 28 de octubre del pasado año, sitúan a la mujer en una calle del centro contigua a Gran Vía, “con una actitud incontenible y violenta”, según valoró el Policia Local que la detuvo en su intervención durante el juicio, lo que desencadenó en un forcejeo entre ambas partes que finalizó cuando la mujer rompió la luna trasera del vehículo policial.
No obstante, tal comportamiento pudo ser debido al trastorno bipolar que la acusada arrastra desde hace años, una patología que en los últimos meses –en concreto desde finales de noviembre– ha sufrido una mejoría pues desde entonces la mujer se ha puesto en manos, de manera voluntaria y tras estar ingresada en el Hospital Universitario ceutí, de una enfermera experta en casos de pacientes con alteraciones en el comportamiento y que trabaja para ACEFEP.
Por tal motivo, el Fiscal solicitó, teniendo en cuenta la enfermedad mental de la acusada, una pena de un mes de libertad vigilada y una indemnización de 79 euros por los daños causados en el vehículo.