El coronavirus ha modificado nuestros hábitos y la forma de vivir. Los ciudadanos de medio mundo están en cuarentena para frenar la pandemia que cada día deja más víctimas.
Los ciudadanos están confinados en sus casas, sin embargo, otros deben ir a trabajar y, muchos, tienen que ir en transporte público. Debido al alto nivel de contagio del virus, el Estado impuso unas normas de prevención de obligatorio cumplimiento. Ayer se recogió en el BOE la orden ministerial que aprobaba una nueva norma que deben cumplir los pasajeros de autobuses para mejorar las medidas de seguridad del conductor. Los pasajeros deberán subir por la puerta de atrás, salvo que el conductor esté protegido con una mampara -en Ceuta no la tiene ningún vehículo-, aunque el pasajero podrá pagar su billete acercándose al chófer (conducta normal).
Manuel Cuéllar, gerente de Autobuses Hadú- Almadraba, asegura que la ley se ha hecho pensando en Madrid y “sin saber que muchas comunidades no tenemos estas mamparas”, así que los pasajeros pagarán sus billetes acercándose al conductor y poniéndolo en riesgo. Además recalca que sus trabajadores “no llevan mascarillas porque nos las han retirado en aduanas, aunque todos llevan guantes”, parece que “mis trabajadores sean menos que otros funcionarios, no nos dan material. Algunos se fabrican las mascarillas desde casa y no se si son fiables”, concluye .