La autoridad judicial ha ordenado el ingreso en prisión de dos pilotos de embarcaciones detenidos este fin de semana por la Guardia Civil de Ceuta. Entre rejas permanecerán hasta la celebración de juicio, tal y como han confirmado fuentes judiciales a El Faro de Ceuta.
Uno de ellos es el joven ceutí que no dudó en arrojar al mar a dos inmigrantes para, en modo kamikaze, intentar después escapar con mayor facilidad. En su caso se le acusa de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros con riesgo para la vida.
Los agentes del Servicio Marítimo han tenido un fin de semana complicado ante los intentos perpetrados por pilotos de embarcaciones, sobre todo de motos de agua, por lucrarse del tráfico de personas. El caso más peligroso ha sido el protagonizado por este ceutí que pudo ser arrestado en las inmediaciones del Sarchal después de arrojar a dos personas al mar, una de ellas terminó en el hospital con heridas en las piernas.
Eso ocurría en un momento de mucha presión de motos de agua que llegan a concentrarse superando la decena para intentar, por un lado, despistar a las fuerzas de seguridad y, por otro, colar a inmigrantes que o bien pagan por el trayecto o bien encomiendan a sus familias ese abono entregado a los enlaces que operan en Marruecos.
La presión sobre los espigones
El domingo fue constante la presión a la que tuvo que hacer frente no solo la propia Benemérita sino también los agentes marroquíes en sus costas persiguiendo a los pasadores. Además del piloto kamikaze detenido a la altura de los conocidos como mil escalones, la autoridad judicial ha ordenado el ingreso en prisión provisional del varón arrestado intentando el pase de cinco marroquíes a plena luz del día, cuyo trayecto clandestino fue abortado por el Servicio Marítimo en plena bocana.
Esta es la crónica judicial que sigue a una página de sucesos que nunca termina de escribirse. Una página marcada por las ganas de negocio que tienen las pequeñas redes dedicadas al tráfico de inmigrantes y que aprovechan la intensidad registrada en las playas para camuflarse entre las embarcaciones de recreo y cometer los delitos.
Este verano se han registrado ya varias detenciones de pilotos sorprendidos in fraganti y, en otros casos, se ha localizado solo la embarcación después de quedar embarrancada en la playa.
Cadena perpetua para ellos.