La noche del lunes los Bomberos tuvieron que intervenir en un incendio acontecido en un solar que desde hace años está siendo ocupado para almacenaje de palés. Es una bomba de relojería en plena carretera de San Amaro, vista por todos y que, curiosamente, se vuelve permanente porque parece que la burocracia, en estos casos, estrecha lazos con las ilegalidades. Ese solar es privado, pero se metió una persona que se junta con más, que almacenan restos de todo tipo y que, entre otras cosas, realizan hogueras. No es la primera vez que hay un incendio, pero el del lunes se pudo complicar por el viento. Hace unos meses acudieron a hacer una limpieza exhaustiva, que se quedó al final solo en limpieza, porque el solar continuó sirviendo de almacén. La excusa que se da es que existe un procedimiento judicial de desahucio que sigue sus plazos, mientras tenemos a personas que pueden recoger todo tipo de residuos, almacenarlos, incurrir en un delito medioambiental a la vista de todos y poner en riesgo a los demás y a ellos mismos. Es más, incluso se ha llegado a hacer obra fuera del solar, tomando terreno que conduce hacia la zona de rocas, levantándose una pequeña caseta.
Algo falla cuando la burocracia y el sistema funciona para unos pocos y permite insultos a diario a través de acciones como esta. Nos lamentaremos el día en el que haya una desgracia, que será el momento en el que todos huyan de la responsabilidad y se afanen en buscar excusas e informes que les aparten de cualquier connivencia con la consecuencia menos esperada.
24 horas después del incendio, se seguían acumulando palés y se seguía poniendo en riesgo gratuito. No se sabe reaccionar y las sanciones solo van orientadas hacia aquellos sectores/frentes/áreas... llámenlo como quieran, de las que se sabe que se va a obtener un abono económico. Sobre todo lo demás, la postura elegida es la de mirar hacia otro lado. Como ahora mismo sucede con este canto a la falta de leyes, de normas y a la sinrazón.