Abrir o actualizar mi baúl de las efemérides locales me resulta un curioso ejercicio ante el que, en ocasiones puntuales, no resisto la tentación de trasladarlas a esta columna de opinión en un baño de reflexiones. El caso de este fin de semana, por ejemplo, en el que hay hechos dignos de rescatar del tiempo de nuestra historia más reciente.
Tal día como ayer, por ejemplo, del año 1927, se producía la visita de los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia. La ciudad, bellamente exornada e iluminada, ofrecía un inusual aspecto. Como aún no estaba construido el actual puerto, los monarcas tuvieron que desembarcar, tal y como sucedía por entonces, en una lancha–gasolinera que les condujo hasta tierra. Durante el traslado, unos 30 aeroplanos sobrevolaban el cielo ceutí. Los reyes inauguraron el edificio del Ayuntamiento y las dependencias Ybarrola, una de las desaparecidas grandes empresas de nuestro desmantelado tejido productivo de otra época.
Fue muy triste que los ceutíes tuviésemos que aguardar 80 años para recibir una nueva visita de un Jefe del Estado, hasta que lo hicieron en loor de multitudes Juan Carlos y Sofía, 32 años después de su proclamación. Que se dice pronto.
Una visita que pensábamos nunca llegaría a producirse y menos con un Gobierno socialista. Pero el mérito histórico del Ejecutivo de Zapatero para con Ceuta fue innegable, como su propia visita en calidad de presidente del Gobierno, un año antes. Seis años después de la visita real, la pregunta sigue en el aire. ¿Fue pactada con Marruecos? ¿A cambio de qué o cómo? Un interrogante al que, creo, el tiempo no ha dado una respuesta clara.
Pero no nos desviemos de las efemérides. Un 5 de octubre de 1935 comenzaba en nuestra ciudad el Congreso Administrativo de Ceuta y Melilla para examinar los distintos aspectos de la autonomía administrativa y gubernativa de ambas por el decreto del Gobierno provisional de la República de 21 de mayo de 1931.
¡Ay, la autonomía! En versión genuina. Viejo anhelo aún no satisfecho. Vetado quizá para siempre. Con él proseguimos en este caleidoscopio porque, tal día como hoy del año 1994, unas 20.000 personas se manifestaban para exigir que Ceuta fuese comunidad autónoma. Fue nuestra mayor manifestación de la historia, precedida una jornada de huelga general que dejó paralizada la ciudad. ¿Qué quedó de aquel sentimiento autonómico? ¿Cómo los ceutíes hemos podido caer en este estado de aletargamiento después de aquellos movimientos reivindicativos de las décadas de los ochenta y noventa? A menos que la mayoría pueda dar por bueno el Estatuto de Ciudad Autónoma. Que lo dudo. ¿Y por qué no una encuesta seria al respecto? Por no decir una consulta popular, que con los vientos que soplan desde Cataluña la iniciativa resulta menos imaginable todavía.
Por cierto, que también tal día como hoy de 2007, representantes del PSPC quemaban frente al edificio del Ayuntamiento un ejemplar del Estatuto de Autonomía, precisamente para recordar aquel espíritu crítico de 1994. Igualmente, otro seis de octubre, pero de 2005, visitaba la ciudad la vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega, para tratar de dejar clara la política con la que su ejecutivo decía querer “cortar” las avalanchas de emigrantes que se habían producido en los días anteriores. Seis años después y pese al vallado y la colaboración marroquí, seguimos igual.
Un 5 de octubre de 2005 más de 3.000 ceutíes se congregaban en la Plaza de los Reyes. Convocados por vía SMS y por panfletos callejeros anónimos, el objetivo fue el de expresarse contra la política del presidente Zapatero hacia la ciudad y proclamar nuestra españolidad. La calle, sí. Y la movilización ante reivindicaciones justas e irrenunciables ¿Qué ha sido de ese espíritu en nuestro adormecido pueblo?
Nos faltaría espacio para abordar más efemérides, por lo que nos quedaremos con dos más. El 5 de octubre de 1992 cesaba su producción industrial nuestra Fábrica de Cerveza del Tarajal, productora de su inolvidable marca ‘La Estrella de África’, tras 35 años de funcionamiento ininterrumpido. Otro capítulo más de ese desmantelamiento de nuestro tejido industrial como ‘Ybarrola.
Por fin y tal día como hoy del año 1983, salía el último número del Diario de Ceuta. Periódico nacido a raíz de las convulsas aguas por las que navegaba El Faro y que una vez calmadas con su compra por el actual editor, accionistas y promotores decidían abandonar el proyecto de su joven diario.