Esta será una historia sin nombre ni demasiados detalles, pero no por ello menos dura y real. Ha ocurrido en Ceuta y ha tenido como triste protagonista a una vecina que ya no está entre nosotros. Falleció este sábado a última hora de la tarde. El parte de defunción ha confirmado que murió por causas naturales (una enfermedad terminal de la que casi nadie tenía noticia). Y lo hizo en la más absoluta pobreza.
Sobre este caso, de sobra conocido por los trabajadores de la consejería de Asuntos Sociales, no daremos detalles. Por respeto a ella y a quienes han sufrido y llorado esta historia durante casi una década. Una historia que, al llegar a su final este fin de semana se ha encontrado con el mazazo final: ¿cómo se paga el entierro de quienes viven en la más absoluta pobreza?
A mediados de junio ‘El Faro’ narraba una situación similar. La de una familia que, desesperada, no sabe qué hacer cuando se encuentra ante la muerte inesperada de uno de los suyos, como ha pasado en esta oportunidad. Imposible asumir los gastos que un sepelio acarrea y la más completa indefensión y falta de soluciones públicas en un momento de tanto dolor.
¿De verdad no hay protocolos ni herramientas para este tipo de situaciones? En este caso, como ocurrió en junio, ha sido la caridad de la funeraria Al Qadr quien ha propiciado, de forma altruista, que esta vecina por fin haya logrado descansar tras casi tres días. Ya reposa en el cementerio. Un gesto que la familia no solo valora y agradece, sino que ensalza por todo lo que ha significado para ellos.
Pero, aunque su caso haya sido resuelto, lloran la pérdida y la injusticia por el mal trago. “Ahora queremos que nadie más tenga que pasar por esta situación”, explican tras narrar las múltiples situaciones familiares, con desgracias y enfermedades encadenadas que les imposibilitaba de asumir algo así.
Y es que el lunes la familia acudió a Asuntos Sociales para solicitar ayuda para poder asumir el entierro, pero, con los papeles listos, esta no pudo ser tramitada porque faltaba la rúbrica de la consejera Dunia Mohamed, quien no se encontraría en la ciudad.
Finalmente, dos días después la mencionada consejería notificó a 'El Faro' que se haría cargo de los gastos del sepelio, tal y como es, indican, "el procedimiento habitual".
A pesar de ello, como se decía, este ha sido el segundo caso (que se haya conocido públicamente) con similares características de los últimos meses. Y la pregunta sigue ahí: ¿de verdad nadie puede gestionar soluciones rápidas en este tipo de casos?