Hay historias de personas corrientes con las que se podría escribir un libro. Historias de gente que durante su vida han pasado por circunstancias intensas, emocionantes, tristes y desesperantes para acabar llenas de felicidad.
Paco es una de esas personas a la que la vida le ha hecho pasar malos momentos, pero también le ha devuelto otros marcados de plena felicidad.
Lo conocí un día que regresaba de una reunión junto con Francisco Muñoz. Nada más entrar en el barco nos lo presentó un compañero y comenzamos a hablar de la Guardia Civil. Finalizado el viaje le dije: “Paco te equivocas”. No tardó mucho en darnos la razón.
Paco es una de esas personas de las que nadie puede hablar mal. Siempre dispuesto hacer favores y a justificar cualquier mal momento de los demás. Esa forma de ver la vida, sin maldad, ser siempre un buen amigo y compañero le han llevado a granjearse el cariño y respeto de todos los que lo conocen.
"Sin duda Paco es un hombre con suerte y los que tenemos la dicha de tenerlo como amigo también somos gente con suerte"
Si tuviéramos que definir a Paco sería suficiente con decir que es una persona generosa y extraordinaria. Una cualidad que echamos en falta en una sociedad tan egoísta como la que estamos viviendo.
Nadie daba un duro por Paco cuando sufrió una arritmia maligna. Tuvo suerte de estar junto a unos amigos en el club de Petanca de la calle General Carvajal. Antonio, jefe de cocina del Impacto, demostró que además de buen cocinero tiene cualidades para ser enfermero y le practicó un masaje cardiovascular; el Momo, vecino de la barriada, le abrió la boca y le insufló aire; y Paco Amado le puso debajo de la lengua una pastilla de Cafinitrina.
Ellos, la rápida intervención de la ambulancia y el empujón de la Virgen, le salvaron la vida. Nadie daba un duro por él, todos pensábamos que no había esperanza, aunque su hija nunca pensó que nos dejaría, ella siempre fue optimista.
Pero la ayuda de todos no hubiera tenido un resultado feliz si Paco no hubiera tenido la ilusión de luchar por su hija, su madre y su familia. Y esta ilusión y ganas de vivir han hecho posible que esta semana esté celebrando en el mismo club donde sufrió la arritmia su vuelta a nuestra tierra. Una tierra donde no nació, pero en la que le encanta vivir y donde fijó su residencia después de retirarse de la Guardia Civil.
Sin duda Paco es un hombre con suerte y los que tenemos la dicha de tenerlo como amigo también somos gente con suerte, porque ser amigo de un hombre de corazón limpio no es poca cosa en los tiempos que corren.
Felicidades y a vivir esta segunda oportunidad que nos ha dado la vida.
Enhorabuena Cortés!!! La próxima Coca-Cola la pagó yo y todas las que hagan falta. No te merecías un final feo. Un abrazo de uno de tus Sargentos.
Paco felicidades por estar otra vez entre nosotros, aún recuerdo aquel viaje que hicimos a Granada donde solo hibamos tres y mi esposa, a una manifestación como siempre luchando por los derechos de los guardias civiles y una vez allí el compañero que venía con nosotros se envolvió en la bandera republicana, tanto tu cómo yo al igual que mi esposa nos quedamos impactados pensando haber cómo termina esto a final todo bien.
PACO TE QUEREMOS