“Una clara epidemia”. Así ha descrito la Sociedad de Estudios Ornitológicos (SEO) de Ceuta lo que está ocurriendo con las gaviotas en la ciudad. Y es que en lo que va del mes de junio más de 50 aves han aparecido muertas, lo que se suma a la cifra del mes pasado, cuando el cálculo superaba los 60 ejemplares.
Desde la SEO han señalado que este último número corresponde a las últimas dos semanas, “cuando ha vuelto a reactivarse el brote de muertes de gaviotas” por causas que todavía no están claras.
Ante esta situación, han decidido enviar un escrito a la Consejería de Sanidad “para que no solo investiguen si hay gripe aviar o no, que parece que con eso se quedan tranquilos, sino que indaguen por qué se están muriendo cientos de gaviotas”.
Al respecto, han advertido que de existir una enfermedad, en cualquier momento puede comenzar a transmitirse a otros animales. “No sabemos qué es lo que está fallando en el ecosistema”.
Hay que recordar que durante el mes de mayo más de sesenta gaviotas aparecieron muertas en distintos lugares de Ceuta, una situación que mantenía encendidas las alarmas de la Sociedad de Estudios Ornitológicos.
Además de la denuncia pública, desde la SEO también hicieron la notificación correspondiente a Obimasa “para que hicieran análisis de los cadáveres”.
Un mes antes, en abril, ya la Sociedad de Estudios Ornitológicos de Ceuta había manifestado su creciente preocupación debido a la aparición de gaviotas con síntomas de envenenamiento en la ciudad, una situación que desafortunadamente no es nueva y que se repite con cierta frecuencia a pesar de los llamamientos que se hacen a favor de estas aves.
En esa oportunidad hablaban de más de 30 aves con signos de envenenamiento. “Los envenenamientos están sucediendo por toda Ceuta”, lamentaba el presidente de la SEO Ceuta, Joaquín López, indicando que “tenemos conocimiento de más de 35 aves envenenadas”, aunque esta cifra pudiera cambiar para peor.
La verdad que en la zona de la cuesta de caballería haría falta una limpieza de estas gaviotas. Porque las personas que bajamos esa cuesta andando, nos enfrentamos a ataques en grupo por parte de estas aves.
El número de este tipo de aves en nuestra ciudad es desmesurado, e implican suciedad y contaminación acústica en muchas zonas urbanizadas. Sería necesario un control, por parte de expertos, sobre la población de gaviotas, de modo que se consiga un equilibrio entre su número idóneo y concilien el aspecto medioambiental, con el de la calidad de vida de las personas que convivimos con ellas.