Nuevamente el Primero de Mayo está a la vuelta de la esquina. Una jornada reivindicativa para los sindicatos de clase que solicitarán, por supuesto, medidas urgentes para acabar con el paro, la principal lacra de España y, por supuesto, de nuestra ciudad, donde las medias cada vez ofrecen unos datos más escalofriantes, sin que existan posibilidades, a medio plazo, de que la situación en Ceuta pueda variar de alguna maneras.
Está muy claro que las administraciones públicas que, en definitiva, llevan muchos años siendo el verdadero motor de la economía ceutí no tienen perspectiva de mejorar en cuanto a la creación de empleo, ni directo ni indirecto, como ha sucedido en épocas pretéritas.
Desde hace unos años venimos observando la intención de que la economía privada tomara el relevo, pero no se ve ningún brote, ahora que utiliza tanto este vocablo, que logre un cambio importante en este sentido.
Los sindicatos volverán a reivindicar en la calle, pero al final la única y verdadera posibilidad sigue estando en que las administraciones se sienten con sindicatos y empresarios para lograr medidas concretas que vayan poniendo solución a este drama humano que se llama paro.
No hay otra posibilidad, pero partiendo de un diálogo sincero y profundo, donde no haya intentos por lograr tantos que algunos se quieran apuntar, ya que, en definitiva, quienes al final perderían serían los ciudadanos de Ceuta, que somos todos los que aquí vivimos.